Respuestas
Respuesta:
Al ser colgado en la cruz, con clavos de doce centímetros de largo en los talones y muñecas que le sujetaban al patíbulo, «Jesús sufrió los dolores más terribles que conoce la humanidad –remacha Zugibe-, ya que con el más mínimo movimiento en la cruz, el dolor se extendía por todo el cuerpo como un golpe de corriente» y fuertes contracciones. Pese a todo, en la intensidad de la narración de los cuatro evangelios y en los discursos de los apóstoles se percibe la grandeza de Jesús. Así la pone de relieve por ejemplo San Mateo ante la perfidia de sus acusadores, recuerda con sus escritos el profesor Balaguer. Y San Juan como si tuviese plena consciencia y control de su situación. «Los autores sagrados no están interesados tanto en el sufrimiento de Jesús como en su sentido. Por eso, no se encuentran en los textos “valoraciones” del sufrimiento o del dolor. La descripción es muy “sobria”, el material es narrativo, más que descriptivo», avala Vicente Balaguer. Con todo, «el evangelio ofrece suficientes datos para que el lector conozca el sufrimiento de Jesús: habla de la oración, del llevar a Jesús arrestado, de la noche sin dormir, del escarnio, la flagelación, la corona de espinas y así hasta la muerte». Santidrián recoge: «El evangelio no ofrece ningún dato de alteraciones neurológicas ni psíquicas de Jesús; más bien, todo lo contrario: la capacidad de sufrir, perdonar y aceptar la pasión revelan una integridad espiritual, psíquica y neurológica» sin igual
Y eso que «es difícil imaginar más sufrimiento físico y moral», colige.