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Respuesta:
Las ventajas de trabajar en equipo
1. Aumenta la productividad y la comunicación en la empresa
Trabajar en pos de un objetivo común conlleva una comunicación fluida y constante en la que se comparten ideas y opiniones, además de que se resuelven problemas y conflictos. Así mismo, es inevitable que la energía positiva se contagie y que la motivación crezca, pues la colaboración con otras personas aporta bienestar y la satisfacción de trabajar hacia un mismo destino. Todo ello, inevitablemente, implica una mejora del rendimiento y, por tanto, un aumento de la productividad.
2. Se reparten las tareas y la carga de trabajo
Una excesiva carga de trabajo puede hacernos caer en un estrés que no nos permitirá realizar bien el trabajo. Tener la sensación de no llegar a todo o encargarnos de tareas que no se nos da tan bien, no permite que nos focalicemos en el objetivo. Sin embargo, compartir las preocupaciones, dividir el trabajo e ir logrando los objetivos uno tras otro da la oportunidad de trabajar con más ligereza, de desglosar las tareas y de enfocarse en la actividad que hay que llevar a cabo.
3. Mejora las capacidades individuales de los integrantes
Una buena coordinación con el resto del equipo en la que se tienen en cuenta las fortalezas de cada uno de los miembros permite que cada persona aporte lo mejor de sí misma. De esta manera, un buen equipo trabaja en común por un objetivo, a la par que se nutre de lo mejor de cada integrante. Además, posibilita un aprendizaje mutuo y una motivación compartida.
Y los inconvenientes…
Sin embargo, trabajar en equipo no son todo ventajas, pues esas características positivas de compartir tareas y objetivos con otras personas pueden convertirse en negativas:
NEGATIVO
1. No todas las personas son capaces de trabajar en equipo
Un equipo trabaja bien cuando todos sus miembros lo hacen en común, valorando cada opinión y sin intención de llevar siempre la razón. Sin embargo, hay personas cuyo (mal) liderazgo o egocentrismo no les permite escuchar a los demás o dejar de imponer su criterio. En estos casos, cuando alguien no es capaz de trabajar en equipo, el conflicto está servido y entonces se dificulta el desempeño de todo el grupo.
2. Falta de organización y discusiones
El reparto de tareas según las aptitudes de los integrantes del grupo puede fomentar una buena fluidez del trabajo, pero ¿y si unos trabajan más que otros?, ¿y si la división no es equitativa?, ¿y si uno se queda siempre con la tarea menos pesada? Esto puede dar lugar a discusiones o, lo que es peor, a una falta de comunicación. Entonces, trabajar en equipo no resultará liviano ni se fundamentará en un reparto equitativo de la carga.
3. Se pierde la individualidad
La otra cara de la moneda en cuanto al desarrollo de las aptitudes personales es que puede perderse esa individualidad y esencia únicas. Sobre todo si se trabaja con líderes que no permiten una libertad creativa y personal, se puede caer en una pérdida de la personalidad frente a lo que el grupo establezca.
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