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Llega febrero, y los corazones rojos y atravesados por una flecha aparecen, de repente, en escaparates y carteles, invitándonos a celebrar que el amor está por encima de todo.
El 14 de febrero, San Valentín, es ese día del año que nos permite dejar salir nuestro lado sentimental y romántico. Así que hoy, en PARACHANCLAS!, además de hacerte sonreír, queremos hacerte sentir un poco más romántico…
Cuenta la leyenda que era tanta la belleza de Psique que la misma Venus sintió celos de ella. No sólo era bella por fuera, sino también por dentro, ya que su alma era limpia y grande su corazón. Era tan hermosa que ningún hombre se sentía digno de ella, por lo que el tiempo pasaba y no encontraba marido, cosa que preocupaba mucho a sus padres y a sus dos hermanas.
He aquí que los padres de Psique acudieron al especialista de la época, el famoso Oráculo de Delfos, en busca de respuesta a sus preocupaciones. Y haciendo honor a su fama, les confirmó que la doncella encontraría el amor en un precipicio, donde un ser alado y poderoso llegaría hasta ella y la haría su esposa.
Entretanto, Venus estaba doblemente preocupada. Como madre amantísima del gamberro de Cupido, observaba que el niño no crecía. Y encima, la mortal Psique, le robaba la fama y los cumplidos….
Venus decidió ir a preguntar al Oráculo de Temis y como era de esperar, les “tranquilizó” con su respuesta:
“El amor no puede crecer sin pasión”.
Visto lo visto, decidió pensar en otras cosas, a ver si, entretanto, el niño daba el estirón. Así que le pidió a Cupido que hiciera que Psique se enamorarse locamente del hombre más feo, vil y despreciable del mundo. Enterada de que se encontraba en el borde del abismo, envió a su hijo a dispararle sus flechas pero éste al verla, se enamoró profundamente de ella y creció hasta convertirse en un apuesto joven.
Ya vemos que los caminos del amor son insondables, y que después de vivir juntos un tiempo, la relación sufrió altibajos y que Psique tuvo que superar difíciles pruebas para derrumbar las barreras que les separaban.
“El amor no puede vivir sin confianza”.