Respuestas
Explicación:
La explicación de este fenómeno es muy simple: ¡la densidad!. En el experimento del huevo en agua salda, podemos comprobar que el huevo flota y el que está en agua del grifo se hunde. Esto es debido a que el agua salda es más densa que el agua dulce; por lo que el huevo no se hunde como normalmente lo haría.
Cuándo hay más cantidad de materia en un determinado espacio o volumen, el objeto es considerado más denso y al mismo tiempo mas pesado. Sin embargo, esto no significa que la densidad y el peso sean lo mismo ni que se puedan utilizar indistintamente.
En nuestro experimento del huevo en agua salada, el huevo, al ser más denso que el agua del grifo, aleja las partículas de agua para hacer lugar para sí mismo, por ello se produce el movimiento de hundimiento.
Pero para el caso del agua, que es más pesada que el agua del grifo, es más capaz de mantener el huevo hacia arriba. Por lo tanto, se produce la flotación del huevo. En otras palabras, los objetos se hunden cuando su densidad es mayor a la densidad del líquido.
Sobre el huevo, actúan dos fuerzas: Su peso (la fuerza con la que el huevo es atraído hacia el centro de la Tierra, llamada fuerza de gravedad) y el empuje (la fuerza que ejerce hacia arriba el agua). Si el peso del huevo es mayor que el empuje del agua, el huevo se hundirá. En caso contrario flotará. Si el peso del huevo y el empuje del agua son iguales, el huevo quedará entre dos aguas.
Por lo tanto, el empuje que un cuerpo sufre en un líquido depende de tres factores: la densidad del líquido, el volumen del cuerpo que se encuentra sumergido y la gravedad.
Al añadir sal al agua, conseguimos un líquido más denso que el agua pura, lo que hace que el empuje que sufre el huevo sea mayor y supere el peso del huevo: el huevo flota.
Este experimento, nos muestra por qué es más fácil flotar en agua de mar que en agua de ríos y piscinas. La respuesta está en que el agua de mar por la sal que contiene es más densa que el agua dulce. Esta mayor densidad provoca que la fuerza de empuje que ejerce el agua de mar sobre nuestro cuerpo sea mayor, por lo que el esfuerzo que realizamos por permanecer flotando es menor en el mar que en agua dulce.