Respuestas
Respuesta:
Deudores somos
El artículo decía: “... a... le exigen pagar la deuda” y al leerlo pensé “¿cómo no lo harían si es deudor?”
Luego seguí leyendo: “las cifras varían según quien las diga... si no pueden pagar tendrán que ver como están en gastos... las arcas están en crisis... hay que solucionarlo antes que estalle...”
La Biblia nos dice que somos deudores. A Dios y a nuestros semejantes.
Sin embargo si nos guiamos por nuestras definiciones diríamos algo como “no estoy tan mal”... “puedo hallar soluciones”
Leemos: “Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia...” (Proverbios 30:12) y “¿... piensas... hombre... que tú escaparás del juicio de Dios?” (Romanos 2:3)
En cambio, si la evaluación la hace el Señor, ya sabemos lo que dice:
“Porque la paga del pecado es muerte..” (Romanos 6:23)
¿Cómo pagar semejante deuda?... Es humanamente imposible, pero Dios proveyó el medio:
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación...” (1 Pedro 1:18-21)
“Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros pues es don de Dios” (Efesios 2:8)
¿Qué salida nos queda para no mantener e incrementar esta deuda?
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres... aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a si mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad...” (Tito 2:11-13)
“¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?...” (Hebreos 3:9)
“Así que, el que desecha esto no desecha a hombre, sino a Dios...” (1 Tesalonicenses 4:8)
¿Y en qué medida somos deudores a nuestros semejantes?
“A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma… Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne... porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos 1:14-15; 8:12)
“... de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8)
Jesús dio este ejemplo:
“Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón dijo: Pienso que aquel a quien perdonó mas. Y él le dijo: Rectamente has juzgado” (Lucas 7:41-43)
Grande o pequeña a nuestros ojos, la deuda fue pagada por Dios en la Cruz mediante el sacrificio del Señor Jesucristo, ante quien todos nosotros éramos igualmente deudores.
Recordemos: Solo Cristo puede cubrir nuestra deuda y librarnos de ella.
Explicación:
sub