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La Radio y la Televisión definen y califican este tiempo nuestro cuya historia no será posible escribir sin estudiarlas en profundidad. Hasta el inicio de la "era audiovisual", la Prensa fue notario de la actualidad para unos pocos. Hoy, la radiotelevisión cuenta a todos la historia de cada día mientras sucede, en directo.
Esta narración interminable, escrita en el viento y enmarcada en el tiempo, pierde en perspectiva lo que gana en participación. En la "Place de la Grève" de las ondas se juzga y ejecuta lo que antes se meditaba en las bibliotecas, ponderaba en los cenáculos y dictaba en los juzgados. Ni Orwell ni Kafka imaginaron algo semejante. Todos somos, a la vez, jueces, testigos y encausados; actores y espectadores, porque el tribunal audiovisual entiende de la vida y del mundo que construimos entre todos, cada uno. La Radio y la Televisión han empequeñecido el mundo haciéndolo más nuestro, mostrándonos los problemas más lejanos, que son así de todos.
Este texto, La era audiovisual, al analizar la evolución histórica de la radio y la televisión facilita la comprensión global de ambos medios. Se trata, por tanto, de una obra del máximo interés para quien desee conocer los dos fenómenos más decisivos de nuestro mundo
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