Respuestas
1.- El pasado es un territorio desconocido.
Y en el que muchas veces se han perdido los puntos de referencia, perduran las dudas y las certezas de antaño. Los problemas que quedaron sin solución siguen sin haberla encontrado. Como todo territorio, la geografía del ayer permite infinitos recorridos. El que yo he elegido para comenzar y celebrar esta argéntea edición del Curso de Lingüística Textual toma como referencia de partida el programa de la primera edición de estos cursos en el año 1978, programa que, como paño en arca, conserva el profesor Tomás Albaladejo, y a quien agradezco de corazón el habérmelo facilitado.
Fig. 1. Programa del I Curso de Lingüística Textual
2.- El primer programa de los Cursos de Lingüística Textual. Murcia. 1978.
El programa, impreso en Nogués en 1978, como puede leerse en la figura 1, incluía como participantes al que fuera profesor de nuestra Facultad, aunque en el programa figura como profesor de la que durante una etapa fuese su universidad, la de Málaga, Antonio García Berrio. En la actualidad es el catedrático más antiguo del área de conocimiento de Teoría de la Literatura y Literatura comparada en la Universidad Complutense de Madrid[2];
Figura 2. Los profesores Mariano Baquero Goyanes, Antonio García Berrio y Manuel Muñoz Cortés. Claustro de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia (1973).
al profesor Jean Claude Chevalier, que vuelve a estar hoy aquí presente, y que nos volverá a servir de referencia para participar en la edición áurea de los cursos de Lingüística Textual. La nota del diario La Verdad que dio cuenta en aquellos días de la temática de la conferencia del profesor Chevalier propició una de esas erratas memorables y de mucha productividad para unas prácticas de fonética. El esforzado periodista se refería a la “psicosis temática”, delimitación entonativa de la “psico-sistemática” guillaumiana. Cerraba la tríada de participantes el, por desgracia, ya fallecido profesor Klaus Heger que, - es imposible olvidarlo-, en pantalón gris sujeto con gruesos tirantes y en mangas de camisa, impartía, en el antiguo Hemiciclo de la segunda planta de la Facultad de Filosofía y Letras, las seis horas previstas en el programa cada día; pues, necesitaba la hora de coloquio, programada por si acaso y con la esperanza de no consumirla, para responder a la primera pregunta que se le hacía.
No figuraba en el programa, sin embargo, el que fuera urdidor del mismo, el profesor Estanislao Ramón Trives, fundador, director –en la mayoría de ediciones- y sostenedor de los cursos de Lingüística Textual, no sólo en tiempo y dedicación, sino con su propia hacienda (incluyendo casa, coche y dinero) cuando la burocracia académica o política enseñaba el cartel de ‘no queda presupuesto’.
Figura 3. El profesor Estanislao Ramón Trives (noviembre de 2001)
espero que te sirva