• Asignatura: Biología
  • Autor: monse232
  • hace 3 años

¿Cuál fue el problema que tuvieron los fijistas cuando plantearon su teoría? ¿Cómo lo lograron solucionar

Respuestas

Respuesta dada por: yaninadiezcarminati
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Respuesta:

En septiembre de 1855, el joven naturalista Alfred Russel Wallace publicó un artículo en el que hablaba de la transformación de las especies. A Darwin no le inquietó. Pese a la insistencia de sus amigos Lyell (geólogo) y Hooker (botánico), Darwin continuaba siendo remiso a la publicación de un libro en el que expusiera sus ideas. La situación cambió radicalmente el 18 de junio de 1858. Ese día Darwin recibió un breve manuscrito de Wallace (que entonces estaba trabajando en Indonesia) acompañado de una carta. El manuscrito contenía la exposición de la teoría de la evolución por selección natural. Se le habían adelantado. La cuestión se solventó con la publicación conjunta de un artículo sobre el tema. A continuación Darwin se puso a escribir a toda prisa un libro en el que plasmó sus ideas aportando una gran cantidad de datos a su favor. Había nacido El origen de las especies.

La obra tuvo buena acogida; pero levantó una fuerte polémica. Pese a que no hablaba del origen del hombre, a nadie se le escapó que éste no era una excepción en la naturaleza y que, según la teoría propuesta por Darwin, los seres humanos también deberían ser el fruto de la selección natural y no el resultado de una creación divina. En este sentido fue famoso el enfrentamiento que tuvieron en 1860 el obispo Wilberforce y Thomas Henry Huxley (popularmente conocido como el bulldog de Darwin). En 1871 Darwin publicó El origen del hombre. En este libro se deja de remilgos y aplica su idea de que la selección natural es la causa de la aparición del hombre, al igual que lo ha sido de los demás vivientes. También expone que los humanos no ocupan un lugar especial en la naturaleza y que las facultades espirituales procedían de la materia por evolución gradual. Paradójicamente este libro no causó tanto revuelo como el de 1859. La noción de una evolución en el reino viviente se había ido imponiendo. Aunque Darwin creía que todo lo que hay en nosotros tiene un origen biológico evolutivo otros evolucionistas, y muy buenos amigos suyos, como Henslow, Asa Gray o Wallace, opinaban que la inteligencia humana respondía a un acto creativo de Dios.

Desde la muerte de Darwin, acaecida el 19 de abril de 1882, hasta principios del siglo XX el darwinismo fue apagándose lentamente. El no poder explicar los mecanismos de la herencia parecía que condenaban a la teoría a su propia extinción intelectual. Sin embargo el redescubrimiento de los trabajos de Mendel, por parte de tres investigadores que trabajaban independientemente: Hugo de Vries, Carl Correns y Erich von Tschermak permitió crear la Genética moderna, posibilitó a medio plazo, la resurrección del darwinismo (aunque en un primer término pareció que apoyaba al fijismo). Hugo de Vries propuso una nueva teoría de la evolución, conocida comomutacionismo, que esencialmente elimina a la selección natural como el proceso principal en la evolución.

Mutacionistas y biometristas se enzarzaron, durante las dos primeras décadas del siglo XX, en una agria polémica, centrada en la cuestión de si las especies aparecen de forma repentina por mutaciones importantes (cualitativas), o de manera gradual por acumulación de variaciones pequeñas (cuantitativas).

Hubo que esperar hasta la década de los treinta para que se elaborara una teoría de la evolución que integrara la aportación esencial de Darwin, la selección natural como motor de la evolución, con la recién descubierta herencia mendeliana. Los principales científicos que llevaron a cabo la teoría sintética de la evolución fueron: Theodosius Dobzhansky, George G. Simpson y Ernst Mayr.

Pero la teoría sintética tendría que hacer frente a ciertas objeciones; por un lado, en los años sesenta, algunos matemáticos objetaban que no había habido tiempo suficiente para que la evolución se hubiera producido siguiendo los mecanismos descritos por Darwin, y, por otro, el registro fósil presentaba unas discontinuidades que no podían ser explicadas desde el gradualismo, por ello en los años setenta del siglo pasado John Eldredge y Stephen Jay Gould propusieron la teoría del equilibrio puntuado. Según estos autores la evolución se caracterizaría por largos periodos de tiempo estables, estasis, alternados por breves lapsos (unos pocos milenios) en los que los cambios se producirían de forma abrupta. Según ellos esto casaría más con el registro fósil. En la actualidad el debate entre el gradualismoneodarwinista y el saltacionismo de Gould y Eldredge sigue siendo objeto de discusión.

150 años después de su propuesta la teoría de Darwin se ha convertido en el gran pilar de las ciencias de la vida. Actualmente, y tal como decía Theodosius Dobzhansky, en biología no hay nada que tenga sentido si no es a la luz de la evolución. Algo que podría extenderse a las ciencias biomédicas. Hoy en día la evolución como hecho es aceptada por la inmensa mayoría de los científicos.

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