¿Para qué se ha escrito principalmente el segundo texto?

Estos pequeños aparatos (o no tan pequeños) se han vuelto imprescindibles para el día a día de la mayoría de personas. Sus ventas han crecido sin parar y cada par de años, más o menos, compramos uno nuevo, ya sea porque se nos rompen o estropean o simplemente porque los desechamos para poseer otro más nuevo. La cara oculta de esta realidad es un gran impacto sobre el medio ambiente y una ingente generación de residuos.
“Solo en el proceso de fabricación ya se genera un gran impacto”, advierte Maite Hellín, responsable de desarrollo de nuevos negocios de Back Market. “Para obtener las materias primas necesarias para su fabricación, es necesario extraer recursos naturales, muchos de ellos minerales, lo que tiene un impacto negativo en la naturaleza, se emite CO2 y se gastan recursos como agua y energía. Un solo smartphone requiere de 12 litros de agua limpia”, señala Hellín.
También preocupantes son las crecientes emisiones de CO2 relacionadas con los teléfonos móviles. Según un estudio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas de la Universidad de Surrey (2015), un solo smartphone produce 95 kilos de CO2 en su vida útil, que se estima en dos años. “Todas las previsiones señalan que en los próximos veinte años la huella de carbono de estos dispositivos en el mundo supondrá un 14% del total. Una cifra preocupante ya que representa la mitad de lo que en la actualidad emite toda la industria del transporte, que es uno de los mayores responsables de la emisión de CO2 a la atmósfera”, comenta Thibaud de Larauze, CEO y socio fundador de Back Market.
Ante esta preocupante situación, empresas como Back Market o Certideal están apostando por la venta teléfonos móviles reacondicionados o de segunda mano. “Hay un lanzamiento nuevo de cada marca cada año, pero la mayoría de la población no necesita tener el último modelo. El reacondicionamiento de móviles se alza contra el bombardeo comercial al que estamos sometidos y contra la obsolescencia programada”, explica Hellín. “Comprando este tipo de dispositivos no solo nos ahorramos dinero, sino que ayudamos al medio ambiente y la experiencia que conseguimos es similar a tener un aparato nuevo”, añade.

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Respuesta dada por: evasme838
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para leerlo gracias amigos


aticsezumaeta: mejor no hables
aticsezumaeta: ok?
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