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Respuesta: Durante el siglo XX, se consideró relevante la labor cumplida por la geografía como ciencia en la comprensión de la realidad geográfica. El impresionante desarrollo de esta disciplina durante el siglo XIX, se manifestó en el salto epistémico que ocurrió desde la descripción de los territorios como la tarea básica, hacia la explicación sostenida en los principios geográficos establecidos por Humboldt: localización, causalidad, conexión y generalización, para garantizar la validez y rigor del conocimiento geográfico. En el siglo XX, la investigación geográfica fundamentó sus reflexiones en la ciencia positivista, al darse el salto epistémico desde la descripción y narración de lo observado, hacia la explicación analítica y sintética de los acontecimientos, en cuanto, a dónde están, cuál es su causalidad, cómo funciona lo real y qué relación tiene con aspectos afines, similares o idénticos en otras regiones del planeta. De esta forma, fue posible comprender razonadamente los sucesos geográficos en las diferentes regiones de la superficie terrestre. Luego, a partir de los años cincuenta del siglo XX, con el impulso alcanzado por la geografía como ciencia, se incentivó la innovación paradigmática y epistemológica fundada en nuevas teorías y prácticas, tales como: la Nueva Geografía, la geografía de la percepción, la geografía radical, la geografía humanística y la geografía cultural. En efecto, fue posible otras formas de elaborar el conocimiento, en concordia con el positivismo, igualmente integrar disciplinas como opción epistémica para asumir los objetos de estudio. Mientras eso ocurría en la geografía científica, en el ámbito educativo, se destacaba la permanencia de las orientaciones pedagógicas y didácticas, propuestas en el siglo XIX. Pronto, las críticas apuntaron hacia los procesos de enseñanza y de aprendizaje, centrados en la transmisión de contenidos programáticos, al igual que privilegiar la clase magistral y el dictado de contenidos librescos, para ser memorizados; en otras palabras, enfatizar en la reproducción conceptual. Para los expertos esa labor formativa, en siglo XX, desentonaba con la exigencia de un modelo educativo coherente con las necesidades de los ciudadanos. Las críticas al apego a los fundamentos pedagógicos y didácticos decimonónicos, todavía intactos en los diseños curriculares, en las actividades didácticas y en la estructuración de los libros de geografía, colocó en franca obsolescencia a la enseñanza geográfica, debido a la presencia del determinismo, el naturalismo, el enciclopedismo y el pragmatismo pedagógico. Este hecho fue controversial durante el siglo XX, y de interés en las propuestas del cambio curricular durante los años cuarenta, sesenta, ochenta y noventa. En condiciones históricas de intensa agitación geopolítica, de cambios en el sistema económico y financiero, el incremento de las dificultades sociales, urgía mejorar la calidad formativa de los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la geografía, como superar el tradicionalismo, por la explicación crítica de la situación geohistórica del momento. La razón de entender la importancia de analizar los cambios históricos durante el siglo XX, obedece a la marcada distancia entre el desarrollo de los acontecimientos, la destacada innovación de los fundamentos teóricos de la geografía científica y la acción formativa desarrollada en el aula de clase. Ya era trascendente comprender la forma cómo los grupos humanos concebían su territorio, al igual sustentar la acción pedagógica desenvuelta con procesos pedagógicos y didácticos renovados y entender la realidad histórica vivida. Esta problemática determinó realizar una revisión bibliográfica para obtener fundamentos sobre los cambios históricos del siglo XX.
Resumen: El propósito de lo que escribí :v es reflexionar sobre la explicación de la realidad geográfica durante el siglo XX. Este momento histórico, la tarea exegética inicialmente, se practicó con la ciencia positivista, para estudiar la descripción de los rasgos del territorio. Luego, desde mediados del siglo, al promoverse el análisis integral, sistémico y contextualizado, la investigación se basó en los enfoques epistémicos de la Nueva Geografía, la geografía de la percepción, la geografía radical, la geografía humanística y la geografía cultural. Durante este lapso histórico, la enseñanza geográfica se limitó a describir la fisonomía natural del territorio, con la pedagogía tradicional. Esta situación determinó revisar bibliografía para estructurar un planteamiento sobre el proceso histórico del siglo XX y la explicación de la realidad geográfica desde la ciencia cualitativa. Como conclusión, se asume que aunque la visión científica de la geografía se renovó, la práctica escolar mantuvo la pedagogía tradicional, a pesar de la exigencia de contribuir con una formación crítica y constructiva sobre la utilización racional del territorio, con sentido ecológico, humano y social.