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Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de
febrero de 1811 en San Juan, Argentina, en el seno de una familia humilde.
Asistió en San Juan a la escuela de 1817 al 1819, pero debemos considerar a
Sarmiento un autodidacta, que llegó a ser uno de los escritores más influyentes
de su época y el más fecundo de todos (sus Obras completas se recogieron en 53
volúmenes). Muy joven luchó en las fuerzas unitarias contra Facundo Quiroga, y
en 1829 fue capturado y preso por cuatro meses, hasta que logró huir a Chile.
En Chile hizo trabajos varios (maestro de escuela elemental, dependiente de una
tienda, incluso trabajó en las minas de plata al norte de Chile). Enfermó de
fiebre tifoidea y en 1836 se le permitió regresar a San Juan. Fundó allí un
Colegio para Señoritas y coeditó el periódico El Zonda. En 1840 fue de nuevo
encarcelado acusado de conspiración y por la intervención del gobernador pudo
salvar su vida y salir exiliado a Chile. En Santiago de Chile fundó el
periódico El Progreso y participó en la vida intelectual del país (sostuvo
frecuentes polémicas, la más conocida en defensa del romanticismo contra Andrés
Bello). En 1843 publica Mi defensa, un breve libro autobiográfico. Viajó a
Europa y los Estados Unidos entre 1845-1847, por encargo del gobierno chileno,
para estudiar los sistemas de educación. Este viaje marcó y definió su dedicación
a la educación y las reformas posteriores que introdujo en la Argentina. A
partir de 1854 reside mayormente en Buenos Aires y participó activamente en la
vida cultural y política de Argentina: Ministro del presidente Mitre en 1860;
Gobernador de la provincia de San Juan, 1862-1864; Embajador argentino en los
Estados Unidos, 1865-1868; Presidente de la República, 1868-1874, entre otros
muchos cargos políticos. Murió el 11 de septiembre de 1888 en Asunción,
Paraguay.
Una obra tan fecunda como la de Sarmiento es difícil de clasificar. Su estilo es ágil y de marcado carácter ensayístico incluso en sus tratados y en las narraciones de sus viajes. Su producción puede agruparse en tres periodos que coinciden, en su ideología y en su contenido, con el desarrollo del pensamiento iberoamericano de mediados a finales del siglo XIX, y cuyas tres etapas primordiales pueden muy bien estudiarse a través de tres libros claves de Sarmiento: 1. Civilización y barbarie (1845); 2. Argirópolis (1850); 3. Conflicto y armonías de las razas en América (1883-1888).
El primer periodo está dominado por la cultura europea tomada como modelo; la realidad argentina (americana) la ve como una lucha entre la “civilización” (lo europeo) y la “barbarie” (lo autóctono).
El segundo periodo, influido por Estados Unidos, lucha para que Argentina adopte las instituciones y la constitución de los Estados Unidos; para este fin escribió en 1850 Argirópolis, y en 1853 Comentarios de la Constitución de la Confederación Argentina. Por otra parte, promueve una campaña en pro de la educación popular que hiciera "dignos" a los argentinos de las nuevas instituciones socio-políticas y de la nueva constitución; a este propósito dedicó en 1849 su estudio De la educación popular y en 1853, Educación común.
Las luchas civiles en 1880 en Argentina y el paulatino abandono y adulteración de las instituciones y programas educativos iniciados por Sarmiento, causaron en él un amargo pesimismo. Influido ahora por la teorías del positivismo y sus secuelas en la sociología, escribe durante los últimos años de su vida su obra Conflicto y armonías de las razas en América. Se trata de una obra madura, de "su pensamiento definitivo," según él mismo nos dice (xxxviii, 415). Es sin duda su obra más ambiciosa: dos volúmenes cargados de extensas citas, el segundo de los cuales se publicó póstumamente.
Para un desarrollo más amplio de estos tres periodos, véase mi estudio "Sarmiento y el desarraigo iberoamericano: Reflexiones ante una
Una obra tan fecunda como la de Sarmiento es difícil de clasificar. Su estilo es ágil y de marcado carácter ensayístico incluso en sus tratados y en las narraciones de sus viajes. Su producción puede agruparse en tres periodos que coinciden, en su ideología y en su contenido, con el desarrollo del pensamiento iberoamericano de mediados a finales del siglo XIX, y cuyas tres etapas primordiales pueden muy bien estudiarse a través de tres libros claves de Sarmiento: 1. Civilización y barbarie (1845); 2. Argirópolis (1850); 3. Conflicto y armonías de las razas en América (1883-1888).
El primer periodo está dominado por la cultura europea tomada como modelo; la realidad argentina (americana) la ve como una lucha entre la “civilización” (lo europeo) y la “barbarie” (lo autóctono).
El segundo periodo, influido por Estados Unidos, lucha para que Argentina adopte las instituciones y la constitución de los Estados Unidos; para este fin escribió en 1850 Argirópolis, y en 1853 Comentarios de la Constitución de la Confederación Argentina. Por otra parte, promueve una campaña en pro de la educación popular que hiciera "dignos" a los argentinos de las nuevas instituciones socio-políticas y de la nueva constitución; a este propósito dedicó en 1849 su estudio De la educación popular y en 1853, Educación común.
Las luchas civiles en 1880 en Argentina y el paulatino abandono y adulteración de las instituciones y programas educativos iniciados por Sarmiento, causaron en él un amargo pesimismo. Influido ahora por la teorías del positivismo y sus secuelas en la sociología, escribe durante los últimos años de su vida su obra Conflicto y armonías de las razas en América. Se trata de una obra madura, de "su pensamiento definitivo," según él mismo nos dice (xxxviii, 415). Es sin duda su obra más ambiciosa: dos volúmenes cargados de extensas citas, el segundo de los cuales se publicó póstumamente.
Para un desarrollo más amplio de estos tres periodos, véase mi estudio "Sarmiento y el desarraigo iberoamericano: Reflexiones ante una
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