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La Edad Media comprendió un periodo histórico que va del siglo V al siglo XV en la civilización occidental. Inicia con la caída del Imperio Romano y concluye, según los historiadores, con el descubrimiento de América. Como es de notar, es un largo periodo en el que hubo cambios importantes en diferentes ámbitos: social, económico, cultural, religioso, filosófico, etc. Todos de gran importancia para los períodos siguientes, incluso, para la actualidad.
Imposición del catolicismo: fue este periodo en el que se procedió a implementar los ideales de esta religión con un fin unitario. Se impuso en todas partes. Pese a que la filosofía medieval no sólo centró sus análisis en las teorías teocráticas -islámicas y católicas- sino en la economía feudal, entre otros. Fue en ésta en la que existía una compatibilidad entre la razón y la fe y como consigna tenían el “creo para entender”.
Filósofos: Gran parte de los filósofos de la época centraban sus ideas en la fe católica. Todos ellos, a lo largo del todo el medioevo, fueron de gran importancia para los cambios correlativos de la sociedad y el pensamiento medieval. Fueron muchos los pensadores que hoy día se siguen estudiando, como lo sería el caso de Tomás de Aquino quién fuera uno de los primeros en combinar la filosofía griega con la fe católica argumentando que “La fe es una gracia divina que Dios da a los hombres que elije y la razón se origina también en Dios…”. Así como él, muchos otros que aportaron grandes ideas y reflexiones a este importante periodo.
Filosofía y religión: La filosofía es una de las disciplinas más antiguas que existen en la sociedad e importante para los grandes cambios del pensamiento. En el medioevo fue sumamente importante ya que estaba muy unido a la fe católica. Fue una época en la que la Iglesia tenía un gran poder; no sólo unió al reino europeo, sino que, además, se dividió entre dos continentes: Oriente y Occidente. Pese a ello, a las diferencias y a que sí existían otros credos, fue ésta la que mantuvo con mayor auge siendo los filósofos los que dieran vida a estas creencias. Sin ellos, es posible que no se habría mantenido la fe católica en este gran periodo histórico.