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Introducción
A lo largo de la historia, uno de los procesos socioeconómicos que mayor repercusión ha tenido
en la formación de Estados, así como aportes a la doctrina económica y política, ha sido la
creación del Liberalismo, considerada como el ideario de la burguesía para posicionarse como
clase política dirigente, en el marco del sistema capitalista. Desde John Locke, pasando por
Adam Smith, incluso a teóricos del siglo XX como Noam Chomsky, Milton Friedman, Hayeck,
se observa una evolución de esta ideología, amoldándose al contexto cambiante, proponiendo
medidas contra cíclicas para prevenir futuras distensiones entre las clases sociales, con el
objetivo final de preservar el statu quo y los privilegios que ésta tiene.
En lo político, esta plantea la creación de una estructura social con pleno respeto a las
leyes, avaladas por una Constitución y un marco doctrinario (que se podría denominar Bloque
Constituyente), el cual es denominado “Estado de Derecho”, cuyo fin supremo es el respeto y
cumplimiento irrestricto de las leyes dictadas por la clase dominante. Desde ya, los defensores de
este (desde Grocio hasta los iusnaturalistas racionalistas como Helvecio) han pregonado las
bondades de contar con este tipo de organización política de la Nación, pero se observan falencias en estructuras sociales como Latinoamérica, en donde la carencia del fortalecimiento de
las Instituciones genera lo que Durkheim denomina “anomia social”, es decir, que no existe una
relación biunívoca entre Estado y sociedad, por lo que, las contradicciones se agudizan cada vez
con mayor intensidad. En lo económico, las medidas de política macroeconómica tales como
políticas fiscales, monetarias, aduaneras, tienen como sustento la doctrina liberal de que “el
mercado es el mejor ente que regula las relaciones entre los agentes económicos”, generando con
ello, medidas vacías de no intervención o regulación económica (justificándose en términos de
sobrecosto, distorsión en el mercado, sensibilidad en los precios, entre otros ) permitiendo la creación de externalidades (se deja que las grandes empresas controlen el juego económico sin
supervisión estatal). Por ello, con todo el impacto que tiene el Liberalismo en los distintos
campos de las políticas públicas, necesitamos conocer el trasfondo histórico y las bases teóricas
para una mejor comprensión de la misma. En ese sentido, el presente trabajo monográfico
titulado:
“El liberalismo. Adam Smith, David Ricardo y François Quesnay. Contexto económico,
social y político”, tiene la finalidad de describir el contexto en donde se desarrollaron las ideas
liberales, y cómo éstas intentaron resolver los problemas del contexto en donde se generaron.
Para ello, el trabajo se divide en cinco capítulos. El primero presenta el contexto
económico mundial de la época de las ideas liberales, para analizar las relaciones sociales de
producción, organización social en función a las actividades económicas, estructuras económicas
de países subdesarrollados.
El segundo, el contexto social de la misma época, analizando el desarrollo de los distintos
movimientos sociales que discurrieron en esta época, de forma científica, lo que permitirá
comprender los motivos y las condiciones objetivas de éstas.
En el tercero, el contexto político de la época, analizando las as relaciones a nivel de Estado,
situación de la clase política gobernante y las principales eclosiones (guerras a raíz de conflicto
de intereses); el cuarto, los principales representantes del liberalismo, analizando sus principales
aportes, y cómo llegaron a influir en las Ciencias Económicas, así como la continuidad de su
legado en las diversas escuela de pensamiento económico; y, el quinto, la aplicación didáctica,
mostrando el uso de la transposición didáctica de Chevallier, para transmitir estos conocimientos
a los estudiantes. El enfoque utilizado en su desarrollo es cualitativo, además de la revisión
documental adecuada para otorgar el soporte teórico del estudio.