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Respuesta:Para ayudar a frenar el cambio climático, debemos reducir nuestro consumo energético en pequeños detalles como el mantenimiento de la calefacción de las viviendas en 20ºC o entre 20 y 22 la del aire acondicionado. Con pequeños gestos podemos ahorrar energía que nos beneficiará en nuestro bolsillo y en la generación de energía.
Además, consumiendo productos locales y de temporada, se reducen los costes de transporte y producción por lo que también se emiten menos gases contaminantes por fábricas, industrias y transportes.
2.- Eficacia y consumo de agua
Este año, especialmente en el último trimestre, las precipitaciones han descendido notablemente. El año de 2017, fue especialmente seco y la sequía llegó a causar riesgo seguridad alimentaria en México, con graves pérdidas en la agricultura y pecuaria. y la situación en el sur de Estados Unidos, no es muy diferente.
Actualmente el 62 por ciento de California se encuentra bajo severas condiciones de sequía o peores. California está entrando en su sexto año consecutivo de sequía, con niveles históricamente bajos de precipitación y cubierta de nieve. El nivel del agua en muchos de los lagos y embalses de California se mantiene por debajo de los promedios históricos. Una sequía moderada o peor afecta también el 45 por ciento de Arizona y el 37 por ciento de Nevada.
En este 2018 que entra, habrá que tener un especial cuidado con el consumo de agua, mejorar la eficacia de los sistemas de abastecimiento, fomentar las medidas de ahorro en los hogares ya que las reservas con las que se comienza el año son muy inferiores a las registradas el año pasado.
Además en México, según ha declarado la Comisión Nacional del Agua (Conagua), es imprescindible una mayor vinculación entre los especialistas y gobierno para formular estrategias encaminadas a predecir cambios atmosféricos, y frenar las trabas burocráticas.
3.- Mejora de la calidad del aire
Durante el 2017, la contaminación ha ahogado al valle de la Ciudad de México. En muchas franjas del mes de diciembre, la Ciudad de México y la zona metropolitana han registrado niveles altos de contaminación por arriba de los 130 puntos, cuyo rango de 100 a 150 ya se considera de mala calidad, según el índice Metropolitano de Calidad del Aire.
De acuerdo con el estudio "State of the Air 2016", las urbes Estadounidenses que dominan la lista de contaminación son las californianas. Las áreas de Los Ángeles-Long Beach y Bakersfield son las peor calificadas.
Para mejorar la calidad del aire en este 2018, el mejor propósito es reducir el uso del transporte privado al mínimo imprescindible e utilizar todo lo posible medios de transporte públicos y alternativos como bicicletas o vehículos eléctricos.
4.- Cuidado con los incendios
Este 2017 cierra el año una série de desastres naturales y fenómenos ocurridos siendo los más destructivos para la Biosfera los incendios. En el estado de California, los enormes incendios forestales acabaron con la vida de más de 30 personas y destruyeron miles de construcciones. En España y en Portugal, arrasaron con más de 2 millones de héctarias el pasado verano.
Los incendios en Galicia fueron tan dramáticos que el gobierno local (Xunta de Galicia) pasó a los ciudadanos ciertas recomendaciones para los espacios afectados por el fuego, muy útiles para cualquier territorio afectado por las llamas:
Por otro lado, se debe recordar que estos dramáticos sucesos emiten miles de toneladas de gases de efecto invernadero adicionales que agravan el deterioro climático. Además, como consecuencias de los incendios, la falta de vegetación evita la fijación del suelo que puede ser arrastrado por los días de lluvia, las cenizas alteran la composición de de nutrientes de la tierra y modifica el entorno vital de la fauna.
Por ello, en este 2018, en el que la previsión se espera que sea muy similar al 2017, debemos extremar la precaución tanto en la política y mantenimiento del entorno forestal y la gestión del agua.
5.- Reducción de la huella ecológica
El pasado dos de agosto, la humanidad agotó los recursos naturales con capacidad de volver a producirse durante el año. Es la denominada huella ecológica, un sistema de medición del “presupuesto natural” que dispone el planeta Tierra para regenerarse por su mismo.
Este día, en mitad del verano y en el octavo mes del año, fue el momento en el que el consumo de la humanidad excedió la capacidad que la tierra tiene de regenerarse
Explicación:
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