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Respuesta:
Clodoveo I.
Explicación:
El obispo de Reims, el futuro San Remigio, buscaba quizás la protección de una autoridad fuerte para su pueblo. Los contactos fueron numerosos entre Clodoveo y el obispo; este último incita al rey a proteger a los cristianos que habitan en su territorio. Gracias a su carisma y quizás en razón de la autoridad que él mismo representaba, Remigio supo hacerse respetar por Clodoveo y le sirvió hasta de consejero. Le incitó notablemente a pedir la mano de la princesa Clotilde, una princesa cristiana de alto linaje, hija del rey de los burgundios. El matrimonio tuvo lugar en 492, probablemente en la localidad de Soissons.
Desde entonces, Clotilde hizo todo lo posible para convencer a su esposo de convertirse al catolicismo. Al principio, Clodoveo fue reticente, dudaba de la existencia de un Dios único, además la muerte prematura de su primer hijo quien habría de ser bautizado cristianamente, no hizo más que agrandar su desconfianza. Por otra parte, si aceptaba convertirse al cristianismo, podría perder el apoyo de su pueblo todavía pagano; además debía tener también el apoyo del clero galo-romano ya que este último tenía una gran influencia sobre la población gala.
Es finalmente durante la batalla de Tolbiac contra los alamanes hacia el año 496, que el destino borra las dudas de Clodoveo. Mientras que se encontraba luchando contra los alamanes con el fin de extender su territorio hacia el este, su ejército se encontraba casi vencido. No sabiendo a qué otro dios pagano rezarle, Clodoveo ora entonces a Cristo y le promete que si gana la batalla se convertiría al cristianismo. En el centro de la batalla, cuando entonces el mismo Clodoveo se encontraba acorralado y a punto de ser capturado, el jefe alamán es alcanzado por una flecha, lo que hizo que su ejército se fuera a la deriva y huyera en pánico.
Clodoveo recibe entonces el bautizo con unos 3000 guerreros de las manos de San Remigio, en Reims, el 25 de diciembre entre el año 496 y/o 499. Este bautizo se convirtió en un evento significativo en la historia de Francia, casi todos los reyes franceses fueron a partir de entonces consagrados en la catedral de Reims, hasta 1824, fecha en la cual el rey Carlos X de Francia accedió al trono.