Respuestas
Existen dos tipos de elefante: el africano del género Loxodonta y el asiático Elephas. Lamentablemente ambas especies son víctimas tanto de la caza furtiva para obtener el marfil de sus colmillos como de la pérdida de su hábitat natural. Su gran tamaño requiere de espacios vastos y mucho alimento, ambos cada día más escasos, por lo que cada vez son más frecuentes los conflictos relacionados con estos paquidermos.
Por suerte, los elefantes se adaptan a prácticamente todos los hábitats y esto les ayuda a sobrevivir. En África, los más conocidos son los que habitan las planicies ubicadas en la sabana y los bosques abiertos de las zonas oriental y meridional del contin. Menos conocidos son aquellos que encontramos en la jungla, más pequeños y no tan abundantes.
Como los camellos, que poseen características fisiológicas especializadas al desierto, estos elefantes también han desarrollado interesantes adaptaciones que incluyen una pisada más amplia, patas más largas y cuerpos más pequeños. Si bien la mayoría de los elefantes necesitan agua a diario, estos verdaderos colosos del desierto pueden pasar hasta cinco días sin beber. Para lograr esto, estos animales han perfeccionado el uso de un órgano poco conocido: la bolsa faríngea.
los elefantes eran capaces de regurgitar varios litros de agua y rociarla sobre sus cuerpos, particularmente sobre sus orejas que, con su batir constante, son las que regulan la temperatura de estos animales.
La hipótesis de la existencia de un depósito especial para retener esa agua fue confirmada por estudios anatómicos posteriores que indicaron la existencia de la bolsa faríngea. Este órgano está ubicado detrás de la base de la lengua y existe en todos los elefantes. Además de almacenar agua su uso más frecuente es el de emitir sonidos de tono grave.