Respuestas
Respuesta:
cias, la incrementación de los tráficos marrtimos por la ruta que bordea el
Cabo de Buena Esperanza, convertida por la ftierzá de las circunstancias:
en el cordón umbilical de suministro petrolero imprescindible al desarro
llo europeo ynorteamericano. Los’ enormes petroleros repetian en forma
cotidiana la aventura de navegar en las mismas singladuras, descritas por
las naos de Portugal en sus descubrimientos africanos. Al mismo tiempo
y como secuela de un progresivo avance —en precisión y alcance de las ar
mas baHsticas-, la vulnerabilidad del Canal de Panamá obliga a la búsque
da de otras. vras marttimas alternativas. Todo ello conduce a la revaloriza
ción como espacio marftimo del Atl4ntico-Sur, mar exc6ntrico. a, los nú-
cleos de poder y con papel irrelevante en las dos guerras mundiales (1).
(1) Vi’. recientemente: A. Bianchi y Von Kirch: “Atlántico—Sur: méritos y
apetencias’!, Estrategia, Instituto Argentino de Estudios Estratégicos y
• de Relaciones Internacionales, mayo-junio y julio-4gosto de 1975, núms.
• 35 y36, ,pp.S4-Gl. Vicealmirante Paulo T.R. Freitas: “Uso del mar”
publicado en la revista Hora Presente,,Sao Paulo, Brasil, aio VI, núm.
17, y reproducido en espaíiol por Estrategia, en los números 34 y 35,
pp. 63—84. Juan Enrique Guglialmelli: “Argentina, pólftica nacional y
polttica de fronteras Crisis nacional y problemas fronterizos”, en Es
trategia, núms. 37 y 38, especialmente pp. 12 y. ss .., y el .amplio. co-
mentario que el mismo general Guglialmelli dedica’ a la doctrina del geo
poirtico brasile?io en su. “Golbery do couto e Silva, el “destinomani——
fiesto” brasilefio y el Atlántico-Sur”, en Estrategia, marzo-abril de
Explicación:
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