• Asignatura: Derecho
  • Autor: mari560
  • hace 3 años

Un ensayo de la ética y modernidad

Respuestas

Respuesta dada por: valelu231208
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Respuesta:« Claro que la ética de Aristóteles es teleológica ya que la moralidad consiste para él, en hacer ciertas acciones no porque ellas nos parezcan correctas en si mismas, sino porque nos dirigen a lo que es »el bien« para el hombre. Sin embargo, el bien para el hombre tiene un carácter de ser final, algo elegido por si mismo y no como un medio para conseguir algo u otra cosa, y que sea por si mismo digno de ser elegido. Aristóteles replica que no existe »forma de bien« independientemente de sus manifestaciones particulares. Igualmente, todo acto que va dirigido al »bien« sugiere profundidad, permanencia y serenidad y, que siendo acción o actividad es felicidad y no placer aunque éste lo acompañe necesariamente.

De aquí, resulta que algunos tienden al placer según Aristóteles »fin de esclavos y bestias« y otros apuntan al honor, »objeto de la vida política«, que depende más de quien lo dá. Pareciera que nos da la seguridad de nuestra propia virtud, pero, esta es compatible con la inactividad y la miseria entonces parece no ser lo que va hacia el bien. Muy pocos, escogen la »vida« contemplativa y que para Aristóteles constituye el »fin más elevado de la vida« humana, y »que es la cosa que sólo el hombre puede hacer«. Vemos cómo de una acción dirigida al bien, surge una noción de estado feliz unido al placer .

Todo esto debe producir »bienestar«. Como actividad no meramente potencial, debe ser conforme a la virtud , y no manifestare durante cortos periodos si no durante una vida completa, es decir, permanente y trascendente. Para que la acción hacia el bien se dirija acertadamente, Aristóteles, propone la »phronesis o prudencia«, actitud deliberante del individuo que trata de buscar lo más adecuado a cada circunstancia. Descartes, en su Discurso del Método propone que mientras el edificio del saber no está totalmente construido nos hará falta una moral o ética provisional.

Esto es, que sólo tendría vigencia durante el tiempo en que Descartes construyera o ideara la moral definitiva del Racionalismo. Acá es necesario meditar, en cómo habría sido la moral definitiva que pensaba Descartes. Destacando entre ellas la medicina unida a la rama más perfecta que es la moral. Es decir -hombre-salud-moral .

Para Spinoza el hombre no tiende a las cosas. EI ser de las cosas para Spinoza, y de ahí deriva su ética es un conato, una tendencia. Kant pide al hombre sea autónomo. La ética kantiana culmina con concepto de persona moral.

Ahora bien, después de lo expuesto, el hombre ético, es decir, el que se mueve hacia el bien con conocimiento de causa con un sentimiento de felicidad, no exento de prudencia, pero permanentemente con un querer ser siempre, con un apetito de eternidad y con un fin de cuidar el cuerpo y la salud, tendrá que aceptar que esto se dé en un contexto comunitario o de grupo social y, que además se expresa en una temporalidad que atañe al grupo o entorno social. Este quehacer, es bajo una organización político-social que ha ido evolucionando hacia paradigmas de un modernismo o pseudomodernismo. La requisitoria por la felicidad y la justicia nos las hacemos todos de manera explicita y reflexiva. ¿Cómo podemos ser justos cuando pensamos en lo bueno para nosotros y no para todos?.

Hay pues un debate permanente entorno a la modernidad, en algunos casos acalorados y no menos apasionados, de tantas y distintas maneras, que se diluye la esencia del debate y en este caos conceptual se constituye esquemas sobre las cuales se sustentan, al menos teóricamente, los principios de modernidad y, aún »con una crisis de la teoría de la ciencia«. Se crea entonces, ahora el monstruo devorador, alienante y despersonalizante de la GLOBALIZACION, con un tecnocentrismo potenciado por el ideal racional de la eficiencia, además de un totalitarismo etno-cultural-racional en nombre del bienestar del ente o sujeto colectivo. » Entonces muchas decisiones políticas, económicas, jurídicas o tecnológicas no depende de la voluntad política de sus gobiernos, estos se han desplazado a otros espacios extraños, contradictorios e inextricables con dimensión planetaria, en la mayoría imposible de comprender o de manejar. Comprenderá y sopesará el médico, si la ética, aún con los fundamentos filosóficos expuestos, y el análisis de la «modernidad» y el proceso de la Globalización hará posible ejercitar los principios que lo lleven naturalmente a la «fuente del bien» y armar un esquema de acto «moral o ética» que norme su vida y su relación con la comunidad o con el entorno social dentro del cual se desenvuelve.

Mucho habrá de meditarse en lo dicho y, quizá tendrá todavía que desempeñase en el mundo nebuloso de los principios «de la ética provisional» de Descartes. Existen dificultades para defender una noción consistente de verdad con paradigmas modernos de objetividad y subjetividad, con relativización de las ideas de progreso o revolución y con el fin de las utopías.


valelu231208: espero te sirva :3
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