Respuestas
Explicación:
Las consecuencias de llevar una mala dieta –ya sabes: rica en grasas saturadas y baja en vitaminas, minerales y fibra. son, según los expertos en nutrición, nefastas para nuestra salud y puede dar lugar a numerosas enfermedades. Por tanto, cuidar nuestra alimentación no debería ser únicamente cuestión de estar delgados o no; ya que muchas personas que no sufren sobrepeso también están poniendo en riesgo su salud por llevar una dieta inadecuada. ¿Cuáles serían las consecuencias de una mala alimentación y unos malos hábitos?
La experta en nutrición nos recuerda algunos de los principales riesgos que supone no llevar una dieta equilibrada:
Cansancio y fatiga. El exceso de comida basura puede provocarte cansancio, fatiga, bajones de ánimo, irritabilidad… Ello es debido a que no estamos aportamos todos los nutrientes necesarios para un óptimo estado de salud. En concreto, las vitaminas y minerales, claves para el buen funcionamiento del organismo.
Insomnio. Está demostrado científicamente que la ingesta excesiva de grasas saturadas y cenas copiosas provocan dificultad a la hora de conciliar el sueño y conseguir dormir profundamente.
Inflamación. Una mala alimentación, estrés, falta de sueño, etcétera, puede provocar una inflamación constante en el organismo dando lugar a multitud de enfermedades inflamatorias y otras como la fibromialgia (el dolor crónico en músculos y articulaciones).
Sedentarismo. La falta de ejercicio combinado con una dieta inadecuada puede suponer la aparición de enfermedades cardiovasculares. Pero además puede provocar enfermedades como la osteoporosis; ya que el calcio no se absorbe correctamente en los huesos.
Problemas de estómago e intestino. Una mala alimentación puede provocar desde dolores de estómago a ardor, acidez, diarreas o estreñimiento.
Diabetes. Existe relación entre la aparición de sobrepeso y el desarrollo de diabetes, fundamentalmente del tipo 2. Para su prevención se recomienda seguir la dieta mediterránea en lugar de consumir grasas malas y practicar de forma habitual cualquier tipo deporte.
Enfermedades cardiovasculares. Incluir cereales, frutas de temporada y aceite de oliva en tu dieta saludable ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como son el aumento de la presión arterial y la aparición del denominado colesterol malo. También practicar deporte ayuda a prevenir infartos al mejorar la circulación sanguínea.
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