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Dos de diciembre, desayuno de detectives, donde Diego Dogal, director, dijo:
– Desearía detalles del destacado dignatario Don David Domínguez Díaz.
Diez días después, descubrió dos docenas de datos de Don David delante del descansillo:
“Domínguez Díaz, David; donostiarra, diabético, directivo de Droguerías Domínguez, delineante del departamento de dibujo, donde da dictámenes de diferentes diseños dalinianos…”
– Disponemos de diversos detalles donde destacan dos detenciones, discípulo de delincuentes desarrapados; después, desquitándose de dichos desatinos, da donativos de diez dólares diarios- desesperado, definitivamente declamó- ¡Dios! Debería dimitir, dos detenciones deben desgastar demasiado.
– Don David Domínguez Díaz difícilmente desiste de discrepar del Diablo- dedujo Darío, detective delegado.
– Después de desfalcar desmesuradamente debemos detenerlo- decidió dispuesto-. ¿Dijo Daniela dónde descansar dos días desde dicho domingo?- Demandó
– Dictó dormir disimuladamente debajo del dintel del descomunal dúplex, delante del domicilio de Domínguez.
– ¡Deprisa Darío! Dirijámonos- decretó determinante, disipando discusiones.
Diligentes, desaparecieron del despacho destino Donostia donde, días después, Domínguez, derrumbándose desconsolado, desembuchó decenas de delitos.
Dieciocho de diciembre, despacho del director Dogal:
– Darío, después de doblegar deseos deshonestos del despreciable directivo, deberíamos distraernos, descansar, divertirnos…
– ¡Divino, director! Desconectemos del desgastante deber. Deliberaremos despejadamente después de dichas distracciones.
– ¡Decidido! –declaró desahogándose-. Delincuentes, desobedeced durante diez días, después… ¡Desapareced disimuladamente!
Explicación:
Respuesta:
ese es el que encontré
Explicación:
por fabor cumple
