Respuestas
La escucha activa consiste básicamente en demostrarle al hablando que se le ha entendido, comprendido.
Cuando no hay una escucha activa a menudo se comienzan a presentar problemas de comunicación y esto pasa tanto en las reuniones con los clientes como en las reuniones con el equipo de trabajo. Lo más importante es escuchar, empatizar con emociones y situaciones y luego, poder presentar dudas o cuestionamientos en caso de que sea necesario, para así lograr aclarar todos los panoramas y poder llegar a un punto de fluidez entre ambas partes.
Un mal manejo de comunicación señala una poca capacidad de ajustar el mensaje que se quiere transmitir y a futuro esto puede representar graves problemas a la hora de delegar el trabajo, negociar, presentar ideas e inspirar a tu equipo.