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Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen durante la Hora del Planeta es cómo podemos ayudar verdaderamente a combatir la crisis climática y evitar la dramática pérdida de biodiversidad de nuestro planeta con tan solo apagar la luz, una vez al año, durante 60 minutos.
En realidad es una buena pregunta. Y la respuesta se resume en una sola palabra: intención.
Todo movimiento que logra trascender comienza con una acción intencional. La clave es encontrar dónde se alinean tu pasión y la oportunidad para generar un cambio, y después usar esa revelación para influir en quienes te rodean.
La Hora del Planeta es un excelente momento para reflexionar sobre tus objetivos de lucha. Quizás puedas usar esa hora para pensar cómo puedes, a futuro, reunir a un diverso grupo de personas y crear un espacio para intercambiar ideas y crear nuevas conexiones. Tal vez pases la hora reflexionando sobre los esfuerzos que has hecho hasta ahora para proteger nuestro planeta y establecer metas para los próximos meses. Una pausa colectiva para determinar qué papel tienes dentro de este movimiento (comprender cómo se combinan tus acciones, establecer enlaces para los demás) puede ayudar a fortalecer y sostener al movimiento con el tiempo.