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Revolución Conservadora
En Medellín, capital de la provincia de la antigua Antioquia, los líderes del conservatismo comienzan a diseñar una estrategia de conformación de Guardias Locales que posteriormente les ofrecerán el apoyo necesario para desarrollar la revolución. Aunque se encontraban en un momento de inferioridad política, mayo de 1851, pues el gobierno central y el jefe político pertenecían al liberalismo, los conservadores dominaban el escenario del cabildo, y desde allí impulsaban las acciones revolucionarias, a partir de la organización de cuerpos armados y del llamamiento a la unidad antioqueña, en el marco de un ambiente adverso a la subdivisión de la provincia. La predisposición conservadora a los sucesos que sucedían en el sur del país y en la capital de la república inducía pensar a los principales líderes del partido que la misma suerte se padecería en Antioquia, situación que se puede revelar en las reuniones del cabildo medellinense, cuando un concejal conservador emite su cautela con respecto a los peligros que afrontaba la provincia antioqueña ante los sucesos citados:
El noble celo de la jefatura, i de más autoridades, es el primer fundamento en que se apoya el cabildo hará creer que en esta provincia se encontrara el vandalaje a que por desgracia se hayan sometidos las provincias del sur, i la capital de la República. La moralidad del pueblo, salubridad y su índole pacifica es otra de las garantías de orden de que Antioquia puede lisonjearse, y que hacen casi imposible en el que ella puedan germinar los principios corruptores que asolan otras provincias donde se ha enseñoreado los principios comunistas en que sus indignos maestros los ha imbuido […].2
El símbolo más relevante de todo este proceso anti-división de la Antigua Provincia, del reformismo liberal y de las influencias francesas fue la Revolución Conservadora de 1851, que además de reivindicar la federación y la unión entre los antioqueños, también se constituyó en una expresión antirrevolucionaria y de reacción frente a los postulados de cambio provenientes desde el viejo continente. Fue un proceso en procura del restablecimiento de los órdenes conservadores y la supremacía de las ideas de la iglesia católica, que en Antioquia y en Cauca tuvo su reacción más significativa, a través del planteamiento público en el cabildo3, la prensa y por último la guerra misma (Ortiz 1985, 14).
¿Que recursos quedarían para las enfermedades sociales? [...] A pesar de las muy poderosas razones que expuestas dejo i muchas otras que omite por no cansar la atención de la jefatura, el cabildo le ofrece su más eficaz cooperación para el día en que pareciese necesario, para mantener, los derechos i garantías de los ciudadanos, i espera marchar de acuerdo con la jefatura, para la consecución de tan noble fin, permitiéndole, que llegado el caso no omitir sacrifico ni medida alguna capaz de auxiliarle en su patriótica empresa […].4
Ahora bien, aun cuando Antioquia y Cauca se familiarizan en ser las provincias reaccionarias al proceso de reformismo liberal, es importante identificar la gran diferencia entre ambas en cuanto a las reales motivaciones que las arrojaron al proceso insurrecto, pues a diferencia del Cauca, los conservadores de Antioquia no le adjudicaban mayor importancia al tema de la abolición de la esclavitud, como si era el caso de los caucanos. Por el contrario, en Antioquia los asuntos relacionados con la postura ideológica conservadora, la retoma del poder ideológico de la Iglesia, la unión y el federalismo se constituyeron en los referentes principales para iniciar la revuelta en la provincia que estaba próxima a dividirse.5
Puede suceder también que el partido conservador sea precipitado por el poder en una revolución. En uno i otro caso es que esta provincia tiene misiones que llenar. En el primero, está llamada á encabezar la revolución por la posición que ocupa, por el número de patriotas con que cuenta, por la riqueza de sus habitantes, i porque la gran mayoria de sus hijos es conservadora: pudiendo levantar en poco tiempo un ejercito temible i formidable, capaz de derrocar el poder que nos oprime. Si en este caso su misión es hermosa, en el segundo. Corriendo a las armas para salvar a sus hermanos de las otras provincias victimas del furor de la tirania, se llenaria de gloria: tal acción seria magnanima, heroica. Si no lo hiciese, seguiria mas tarde la suerte de los hermanos, contribuyendo asi a quienes cimentase la tirania. La provincia de Antioquia tiene pues el deber de empezar la grande obra de la regeneración de este pais, encomendada al partido conservador, porque en el ecsisten los principios civilizados (Anónimo 1851e, 1).6
Los conservadores emitían de esta forma su visión frente a las circunstancias que se vivían en ese momento pero, a su vez, planteaban advertencias en torno a la salvación de la República y de la demanda del santo derecho de insurrección que siempre invocaron (Anónimo1851e, 1).