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espero y te ayude Corona plisss
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Octubre 2011
Índice de temas
Sesión del sábado por la mañana
El poder de las Escrituras
Richard G. Scott
La revelación personal y el testimonio
Barbara Thompson
Vendrá el día
L. Whitney Clayton
Al reunirnos otra vez
Thomas S. Monson
Hagamos lo correcto, en el momento oportuno y sin demorar
Jose L. Alonso
Consejo a los jóvenes
Boyd K. Packer
Ustedes son importantes para Él
Dieter F. Uchtdorf
Sesión del sábado por la tarde
El sostenimiento de los Oficiales de la Iglesia
Henry B. Eyring
El corazón de los hijos se volverá
David A. Bednar
Los hijos
Neil L. Andersen
Es mejor mirar hacia arriba
Carl B. Cook
Redención
LeGrand R. Curtis Jr.
El divino don del arrepentimiento
D. Todd Christofferson
El perfecto amor echa fuera el temor
L. Tom Perry
Sesión del sacerdocio
Somos los soldados
Jeffrey R. Holland
El poder del Sacerdocio Aarónico
Keith B. McMullin
La oportunidad de toda una vida
W. Christopher Waddell
El proveer conforme a la manera del Señor
Dieter F. Uchtdorf
La preparación en el sacerdocio: “Necesito tu ayuda”
Henry B. Eyring
Atrévete a lo correcto aunque solo estés
Thomas S. Monson
Sesión del domingo por la mañana
Un testigo
Henry B. Eyring
Esperamos en el Señor: Hágase tu voluntad
Robert D. Hales
El Libro de Mormón: un libro proveniente de Dios
Tad R. Callister
Amar a su madre
Elaine S. Dalton
La importancia de un nombre
M. Russell Ballard
Permaneced en lugares santos
Thomas S. Monson
Sesión del domingo por la tarde
Convenios
Russell M. Nelson
Las enseñanzas de Jesús
Dallin H. Oaks
El enseñar de acuerdo con el Espíritu
Matthew O. Richardson
Los misioneros son un tesoro de la Iglesia
Kazuhiko Yamashita
Escojan la vida eterna
Randall K. Bennett
El privilegio de la oración
J. Devn Cornish
Las canciones que no pudieron cantar
Quentin L. Cook
Hasta que nos volvamos a reunir
Thomas S. Monson
Lo que espero que mis nietas (y nietos) comprendan acerca de la Sociedad de Socorro
Julie B. Beck
La caridad nunca deja de ser
Silvia H. Allred
Reunión General de la Sociedad de Socorro
Adhiérete a los convenios
Barbara Thompson
No me olvides
Dieter F. Uchtdorf
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Las enseñanzas de Jesús
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Contenido relacionado
Las enseñanzas de Jesús
Dallin H. Oaks
Del Quórum de los Doce Apóstoles
Jesucristo es el Unigénito y Amado Hijo de Dios… Él es nuestro Salvador del pecado y de la muerte. Éste es el conocimiento más importante sobre la tierra.
“¿Qué pensáis del Cristo?” (Mateo 22:42). Con esas palabras Jesús confundió a los fariseos de Su época. Con esas mismas palabras pregunto a mis compañeros Santos de los Últimos Días y a otros cristianos qué es lo que realmente creen sobre Jesucristo y qué es lo que debido a esa creencia.
La mayoría de mis citas de las Escrituras provienen de la Biblia, porque es más familiar para la mayoría de los cristianos. Mis interpretaciones, por supuesto, provienen de lo que las Escrituras modernas, en particular el Libro de Mormón, nos enseñan acerca del significado de los pasajes de la Biblia que son tan ambiguos que diferentes cristianos no se ponen de acuerdo en cuanto a su significado. Me dirijo a los creyentes como así también a otras personas. Como el élder Tad R Callister nos enseñó esta mañana, algunos que se denominan cristianos alaban a Jesús como un gran maestro, pero no afirman Su divinidad. Para dirigirme a ellos, he usado las palabras del mismo Jesús. Todos deberíamos considerar lo que Él mismo enseñó sobre quién es y para qué fue enviado a la tierra.
El Hijo Unigénito
Jesús enseñó que Él era el Hijo Unigénito. Él dijo:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16–17).
Dios el Padre afirmó esto. En la culminación de la sagrada experiencia en el Monte de la Transfiguración. Él declaró desde el cielo: “Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; a él oíd” (Mateo 17:5).
Jesús también enseñó que Su apariencia era la misma que la de Su Padre; les dijo a Sus apóstoles:
“Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis y le habéis visto.
“Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?” (Juan 14:7–9).
Más tarde el apóstol Pablo describió al Hijo como “la imagen misma [de la] sustancia de [Dios el Padre]” (Hebreos 1:3; véase también 2 Corintios 4:4).
El Creador
El apóstol Juan escribió que Jesús, a quien él llamaba “la Palabra”, “estaba en el principio con Dios. Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y