1. Qué relación tiene el problema económico con la de forestación.
2. Que relación tiene el problema económico con la contaminación del aire.
Respuestas
Respuesta:
La deforestación puede hurtar las ganancias renovables potenciales, mientras que las tierras productivas de valor están siendo sustituidas por maleza y pastizales. Los bosques tropicales constituyen una fuente importante de recursos que pueden contribuir significativamente con el crecimiento económico nacional en una base continua.
En teoría, la tala puede ser una actividad sustentable, que genere una fuente de ingresos sin disminuir la base del recurso—especialmente en bosques secundarios y plantaciones. Sin embargo, la mayoría de la tala de los bosques no es sustentable en la práctica, lo que disminuye las ganancias potenciales a largo plazo en los países tropicales. La madera es actualmente una industria importante que, debido a la sobreexplotación, se encuentra en decadencia en muchos países que exportaban madera en el sureste de Asia y África occidental. Mientras que algunos países han restringido la tala, algunos se tienen que enfrentar con las operaciones ilegales. El Banco Mundial estima que debido a la tala ilegal, los gobiernos pierden alrededor de $5 mil millones de dólares de ganancias al año, mientras que las pérdidas generales de la economía nacional de los países productores de madera ascienden hasta $10 mil millones al año.
Después de la tala, uno de los mayores "recursos renovables" que nos ofrecen los bosques lluviosos es el ecoturismo. El mercado creciente genera decenas de miles de millones de dólares al año en los paíes tropicales del mundo. El ecoturismo se ve afectado por la deforestación—pocos turistas están interesados en viajar para observar ríos contaminados, tocones que antes eran bosque, pedazos de tierra estéril, cadáveres de gorilas y vestigios de habitantes del bosque hallados recientemente. El smog o la neblina, causados por los incendios forestales de Indonesia, causaron que el turismo disminuyera significativamente en Singapur, Malasia e Indonesia.
Los productos forestales tienen un papel crucial en la economía de los países en vías de desarrollo. En 1994, la exportación de productos del bosque primario sumaron $114 mil millones de dólares, de los cuales por lo menos el 10 por ciento eran productos secundarios no maderables. Estas cifras no reflejan el valor que tienen los productos para los consumidores locales, quienes utilizan la madera para construir viviendas y colectan semillas y frutos del bosque para alimentarse. La explotación económica a corto plazo, generada a través de la deforestación, es devastadora para la economía a largo plazo de los paíes en vías de desarrollo, no sólo por la aniquilación de los ecosistemas vitales que producen servicios importantes, sino también porque destruyen productos potenciales del bosque. Los ingresos de las exportaciones de madera dura tropical disminuyeron 25 por ciento desde 1980 y se espera que disminuyan 75 por ciento con el cambio de siglo. La eliminación de las reservas de bosque continúa, junto con el desarrollo económico de estos países. Se prevee que en el futuro quizás tendrán que importar madera de las regiones templadas como la ex-Unión Soviética, Canadá y los Estados Unidos. Malasia ha disminuido la exportación de madera en un 60 por ciento, mientras que Filipinas (uno de los principales países exportadores de madera durante principios de la década de 1980) prácticamente ha dejado de exportar. En ambos casos, el declive se debió a la disminución de los recursos cosechables del bosque. En el año 2000, únicamente 10 de los 33 países tropicales exportadores de madera podrán continuar exportando. Los nuevos exportadores de madera, por lo menos hasta que sus reservas se agoten, son América Latina, Papua Nueva Guinea, las Islas Salomón, Camboya y partes de África, incluyendo Camerún, Gabón, Ghana y el Congo.
Además de los productos maderables, los países tropicales pierden ganancias potenciales de los productos renovables del bosque, como la nuez de Brasil, la fruta del durián del sureste asiático y la producción de iguanas en Belice. En 1996, el valor de los productos no maderables del bosque, tomando en cuenta el valor del consumo doméstico y el valor comercial, fue estimado en $90 mil millones de dólares. Muchos de los productos del bosque lluvioso no pueden existir sin un sistema completamente funcional en el bosque lluvioso. Es por ello que con la deforestación, los países en vías de desarrollo están comprometiendo sus recursos renovables forestales y una parte importante de su futuro económico.
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