• Asignatura: Historia
  • Autor: karenyar6
  • hace 3 años

hola me pueden ayudar ╯︿╰ ᓚᘏᗢ Enlista y aspectos que te hayan parecido interesantes de la lectura por favor

A pesar de las independencias de sus países, en América continúa el Colonialismo, a través de mecanismos distintos a los del proceso de Conquista. El neocolonialismo, si no es una continuidad del mismo proceso iniciado por Colón, consistiría en un proceso de recolonización.
El mismo lenguaje evidencia la prolongación de la Colonización. Desde la filosofía latinoamericana se denuncia que la misma denominación América Latina es una construcción lingüística que forma parte del discurso colonizador europeo, pues América proviene del nombre del europeo Américo Vespucio, quien afirmó que este continente no corresponde a las Indias Orientales, como pensaban los primeros conquistadores, sino a un Nuevo Mundo, lo cual ignora
la historia de los pueblos originarios.
Por otra parte, el adjetivo latino también forma parte del discurso eurocéntrico, pues latino es lo romano, lo perteneciente a la Europa mediterránea.
Por lo tanto, desde el nombre de nuestro continente, somos sujetos del discurso colonizador.
Cuando se lograron las independencias latinoamericanas en el siglo XIX, el poder pasó de las manos de los europeos colonizadores a los criollos, quienes instauraron repúblicas liberales inspiradas en el modelo ilustrado europeo, uno de cuyos fines ha sido garantizar los privilegios sociales y económicos de la clase dominante.
Luego, a finales del siglo XIX y durante el siglo XX, las potencias mundiales iniciaron un proceso de modernización de las economías latinoamericanas que prolongaron o reeditaron el modelo extractivista para alimentar el capitalismo mundial de materias primas.
Para asegurar su hegemonía, las potencias establecieron mecanismos de dependencia económica (mediante el financiamiento y la deuda) y dependencia política (a través de dictaduras que cuidaran sus intereses).
Muchas de esas estructuras, en especial las económicas, siguen vigentes en pleno siglo XXI. En la mayoría de las excolonias, no solo en América, el poder es detentado por los herederos de las oligarquías criollas, sucesoras del poder colonial, quienes garantizan las estructuras necesarias para reproducir el modelo económico neoliberal.
Apoyados por sus gobiernos y financiados por las enormes ganancias de los beneficios de las inversiones y operaciones comerciales, además de los excedentes de los presupuestos, las nuevas potencias económicas neocoloniales emergentes están haciéndose con el control de amplias
extensiones de tierra fértil de los países pobres de África, Asia y América Latina con la intermediación de los regímenes locales corruptos de libre mercado.
Se han concedido millones de acres de tierra, en la mayoría de los casos sin coste alguno, a potencias emergentes que, como mucho, prometen invertir millones en infraestructuras para facilitar el traslado de los productos agrícolas de su propiedad, fruto de sus saqueos, a sus propios mercados locales y abonar los salarios en vigor de menos de 1 dólar diario a los campesinos locales indigentes y están elaborándose proyectos y acuerdos entre potencias emergentes y acomodaticios regímenes neocoloniales para expandir la apropiación imperial de tierras hasta abarcar decenas de millones de hectáreas de tierras cultivables más en el futuro muy cercano.
La gran transferencia o venta barata de tierras tiene lugar en un momento y en unos lugares en los que el número de campesinos sin tierra está creciendo, los campesinos de subsistencia están siendo expulsados por el Estado neocolonial
y llevados a la quiebra por medio de las deudas y la falta de crédito.
Se criminaliza, reprime, asesina o encarcela a millones de campesinos y trabajadores rurales sin tierra organizados que luchan para conseguir tierra cultivable y se expulsa a sus familias a los barrios de chabolas urbanos plagados de enfermedades.
El contexto histórico, los protagonistas económicos y los métodos de construcción del imperio agrícola-comercial tienen grandes semejanzas y diferencias con la construcción imperial al antiguo estilo de los siglos
pasados.

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Respuesta dada por: 121213445
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En América continúa el Colonialismo, a través de mecanismos distintos a los del proceso de Conquista. Desde la filosofía latinoamericana se denuncia que la misma denominación América Latina es una construcción lingüística, el adjetivo latino también forma parte del discurso eurocéntrico, pues latino es lo romano, lo perteneciente a la Europa mediterránea. La gran transferencia o venta barata de tierras tiene lugar en un momento y en unos lugares en los que el número de campesinos sin tierra está creciendo, los campesinos de subsistencia están siendo expulsados por el Estado neocolonial

y llevados a la quiebra por medio de las deudas y la falta de crédito.

Respuesta dada por: blizbeth796
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Respuesta:

En América continúa el Colonialismo, a través de mecanismos distintos a los del proceso de Conquista. Desde la filosofía latinoamericana se denuncia que la misma denominación América Latina es una construcción lingüística, el adjetivo latino también forma parte del discurso eurocéntrico, pues latino es lo romano, lo perteneciente a la Europa mediterránea. La gran transferencia o venta barata de tierras tiene lugar en un momento y en unos lugares en los que el número de campesinos sin tierra está creciendo, los campesinos de subsistencia están siendo expulsados por el Estado neocolonial

y llevados a la quiebra por medio de las deudas y la falta de crédito.

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