Está realmente justificado terminar con ecosistemas completos para mantener un estilo de vida cómodo?
Respuestas
no pero si no es bueno terminar con ecosistemas completos pero nos hace vivir más comosos
Respuesta:
La biodiversidad y los recursos naturales son fundamentales para el mantenimiento del bienestar hu-
mano, y para el desarrollo económico y social. Consecuentemente, existe un reconocimiento general
de que la biodiversidad es un bien de valor inestimable para la supervivencia de las generaciones
presentes y futuras. Al mismo tiempo, se constata la amenaza que pesa sobre las especies y los
ecosistemas, representada por la continua pérdida de especies a un ritmo preocupante.
En respuesta a esta situación, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
promovió el Convenio sobre la Diversidad Biológica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, 1992). La voluntad crecien-
te de la comunidad internacional por el desarrollo sostenible sirvió de inspiración al Convenio sobre
la Diversidad Biológica, que representa un paso decisivo hacia la conservación de la biodiversidad y
la utilización sostenible de los recursos naturales.
A partir de la ratificación por los países de la Convención para la Biodiversidad, diversas estrategias
y planes para la conservación de la biodiversidad han estado presentes en las políticas europeas.
La mayoría de las políticas para la conservación y restauración de la biodiversidad se han basado
en la protección de especies y hábitats, lo que ha conducido a desarrollar políticas de protección de
determinados espacios y a la definición de áreas protegidas (AP). Estas áreas con especial valor de
biodiversidad son realmente una base importante para la conservación de la biodiversidad, pero la
mayor parte del territorio no está protegido, y gran parte de la biodiversidad se encuentra fuera de los
límites de esas áreas protegidas. Esto implica que la conservación de la biodiversidad debe abarcar
un territorio más amplio que las AP, y debe estar integrada en todos los aspectos de la sociedad hu-
mana. La mera protección de áreas de alto valor natural, a pesar de ser necesaria, no es suficiente
para reducir la pérdida de biodiversidad. Por otra parte, las políticas de conservación y de gestión
de los recursos naturales, se han basado en estrategias dirigidas a planificar un determinado sector,
sin considerar las posibles consecuencias globales de una actividad en el medio ambiente y en la
sociedad. Por ejemplo, maximizar la producción agrícola puede conducir a degradar la calidad del
agua en ríos y acuíferos (Tallis and Polask, 2009).
Para reducir la pérdida global de biodiversidad en las próximas décadas es necesario que se
realicen cambios estructurales en la forma de producción y de consumo. Además es necesario un
enfoque integrador desde distintos sectores y a través de una combinación de diferentes medidas
(Netherlands Environmental Assessment Agency, 2010). Una ordenación sostenible del territorio
supone la integración de las perspectivas ecológica, social, económica e institucional, basada en el
reconocimiento de la gran interdependencia existente entre ellas (Pikitch et al, 2004). Este enfoque
ecosistémico en la gestión supone una total interrelación entre el bienestar humano y ecológico, de
tal manera que la sostenibilidad solamente es posible si se da en los dos ámbitos simultáneamente.
Este planteamiento permite a los gestores obtener una amplia visión sobre las múltiples conse-
cuencias derivadas de decisiones concretas (Christensen et al, 1996). En relación a esta idea, se
está desarrollando un nuevo interés dentro de las estrategias y políticas para la conservación de
la biodiversidad que hace referencia a la necesidad de mantener una provisión sostenible de los
servicios de los ecosistemas.