Respuestas
Mucha gente está preguntando acerca de los judíos como el pueblo de Dios. ¿ Son los Judíos el pueblo de Dios hoy? ¿Hay profecías o indicaciones de Dios sobre cómo los cristianos deben tratar con ellos? ¿Son las cosas que están ocurriendo en Palestina una indicación de la venida de Jesús? ¿Qué acerca de la herencia de los Judíos y cuándo la recibirán?
En el juicio de Jesús los judíos clamaron para que la sangre de Jesús sea sobre ellos y sobre sus hijos (Mateo 27:25). Todavía Jesús envió a sus discípulos (quienes también eran judíos) a predicar a los judíos, y ellos lo hicieron hasta que los romanos destruyeron su nación en el año 70 DC. Nosotros deberíamos amarlos tanto como Jesús los ama, y además debemos saber que muchos de ellos están aceptando a Jesús como su Mesías. Ellos necesitan de Jesús tanto como nosotros: “no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombre, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12. Pablo amó a su gente y oró por ellos. “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree,” Romanos 10:1-4. Pablo los amó y seriamente quiso que fueran salvos. Nosotros deberíamos tener la misma actitud amante. Jesús nos dijo que vayamos al mundo y prediquemos el evangelio a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Ellos, como un pueblo, ciertamente caen en esta amplia categoría. Los cristianos deberían buscar darles el evangelio tanto como a cualquier otro pueblo. Es más, algunos de ellos están ayudando a llevar el evangelio a su propia gente.
Tenemos que leer Romanos 11. En el segundo versículo Pablo dice que Israel no es echado fuera y apunta a él mismo como evidencia. Él llegó a ser un seguidor de Cristo y trabajó por la salvación de los judíos a través de todo su ministerio, aunque también fue el apóstol a los gentiles. En el versículo 7 dice, “Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado.” Luego en los versos 19-22 donde está hablando sobre nosotros (los gentiles) siendo injertados en su árbol de olivo, dice: “Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.” Las palabras “no perdonó” nos hacen saber que como una nación él no consideró más a los judíos como el pueblo de Dios. Como individuos ellos todavía pueden tener salvación; como individuos no son diferentes a otros. Como nación, también, no son diferentes: todos necesitan a Jesús. Ahora considera Gálatas 3:29, “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” Todas las promesas de la Escritura son para el pueblo de Dios. Hoy los cristianos son ese pueblo si “permanecen en esa bondad (de Dios)” Romanos 11:22.
Respuesta: Porque según la tradición hebrea, Yahvé había hecho un pacto con su pueblo y había prometido a uno de sus patriarcas (Abraham) la tierra de Canaán.
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