La escala de placeres de Aristóteles plantea tres puntos, de ellos explica que a su
manera de ver hay algunos que son más sublimes o importantes para la buena vida,
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Respuestas
Respuesta:
Creo que la pregunta se refiere a la virtud como la entendía Aristóteles: es un término medio entre el vicio por exceso y por defecto.
Explicación:
Para tener una buena vida es necesario actuar de acuerdo a la virtud del alma y, si el alma tiene muchas virtudes, de acuerdo a la mejor. Aristóteles divide al alma en racional e irracional, pero prestemos atención solo a la racional en este punto: esta, a su vez, se divide en ética y dianoética. Las virtudes dianoéticas son las ciencia, la sabiduría y el intelécto; las virtudes éticas son la prudencia y el arte.
La mejor virtud del alma es la sabia que simplemente conoce por el fin mismo de conocer, no está orientada a ningún fin. Este tipo de vida solo pueden tenerla los dioses. Pero Aristóteles está interesado en un tipo de vida que los humanos puedan alcanzar. Los seres humanos, por tener un cuerpo, no pueden ocuparse de la mera contemplación constantemente y, para tener una vida feliz, deben tener conocimiento acerca de los primeros principios que enseña la sabiduría, pero poder aplicarlos en las decisiones de su vida diaria con la prudencia.
La prudencia, entonces, es el hábito de realizar acciones de acuerdo a la razón acompañada de sabiduría que caen en el punto medio entre el exceso y el defecto. Así, es valiente quien ante el peligro actúa de manera tal que no es temerario, que no rompe filas para pelear contra muchos solo; ni tampoco es valiente quien retrocede o rompe las filas para escapar.
Será liberal aquel que sepa dar dinero en la medida justo y en el momento adecuado, lo que es una virtud, pero será tacaño si no da dinero nunca o toma más de lo que le corresponde o derrochador si da más dinero del que puede o no toma lo que le corresponde.
Ahora bien, si la pregunta es respecto a los placeres, Aristóteles dice que tenemos tres tipos: los del conocimiento, los honores y los placeres corporales.
Para Aristóteles es siempre mejor aquello que se hace como fin, sin que se haga por otra cosa más. Por ejemplo: las espadas se hacen para ir a la guerra y la guerra para tener paz. La paz es lo más perfecto en este caso porque se obtiene de las espadas y la guerra pero ¿para qué queremos paz? para ser felices. La felicidad es lo más perfecto porque no se busca para otra cosa; nada se consigue con la felicidad. Entonces analicemos estos tipos de placeres: los del cuerpo dependen de la comida o los lujos y, en cuanto estos se acaban, ya no somos felices; por lo tanto es un tipo de placer poco perfecto, necesita de otras cosas. Los honores y la fama nos son otorgadas por otros; si aquellos que nos otorgaron honor dejan de hacerlo, desaparece también nuestra felicidad. Ahora bien, el conocimiento que se obtiene por la felicidad misma de obtenerlo, es el tipo de placer más elevado que se puede obtener.