Respuestas
Respuesta:
Según la Ley de Prevención de Riesgos LaboralesEste enlace se abrirá en una ventana nueva (Ley 31/1995 de 8 de noviembre), cada trabajo requiere una evaluación de riesgos específica en la que se cuantifique el riesgo y las medidas de prevención a adoptar. Dada la peligrosidad que las fibras de amianto tienen para la salud es importante llevar a cabo una serie de medidas preventivas, las cuales preferiblemente deberían tener un carácter colectivo, pero si éstas no son suficientes para reducir los niveles de exposición por debajo de los límites tolerados se deberá recurrir como complemento a los equipos de protección individual.
Entre las medidas preventivas que se deben adoptar se encuentran las siguientes:
Medidas generales
Antes de empezar a trabajar, evaluar los riesgos que existan para la salud y decidir qué precauciones se deben tomar.
Medir y controlar el nivel de amianto ambiental que exista en el área de trabajo.
La ventilación en el lugar de trabajo deberá hacerse en forma localizada por captación en los casos que no pueda evitarse la producción de partículas. Siempre deberá manipularse por métodos húmedos que facilitan la deposición de las fibras.
En la manipulación, transporte, descarga y almacenamiento, el amianto no se manipulará suelto en el interior de las factorías, será recibido en sacos de material consistente e impermeable y si en la carga o descarga se rompen se utilizarán métodos de aspiración.
La limpieza de locales y maquinaria se hará por medio de aspiración y filtrado de aire, quedando prohibida la limpieza por métodos que dispersen el polvo (escobas, aire comprimido etc).
La eliminación de residuos se hará mediante sacos o bolsas de material resistente e impermeable, herméticamente cerrados.
No se deben utilizar herramientas motorizadas para trabajar con materiales de amianto, ya que provocan más polvo.