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Respuesta:
Para el catolicismo, Cristo es el Hijo de Dios hecho hombre para la salvación del género humano, y esa es la «Buena Nueva»: Dios ha enviado a su Hijo. Hijo de Dios hecho hombre: para la Iglesia católica esto significa que la segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Hijo, se hizo hombre en el seno de María
Cristo (del latín Christus, y este del griego antiguo Χριστός, Christós)[1] es una traducción del término hebreo «Mesías» (מָשִׁיחַ, Māšîaḥ), que significa «ungido»,[2] y que se emplea como título o epíteto de Jesús de Nazaret en el Nuevo Testamento.[3] En el cristianismo, Cristo se utiliza como sinónimo de Jesús.[3]
Las representaciones de Cristo son muy frecuentes en el arte cristiano a pesar de que no hay retratos de Jesús, ni indicaciones concretas acerca de su aspecto físico.[n 1] Cristo Salvador del mundo, el Greco (c. 1600).
Jesucristo en Negación de Satán, Carl Bloch (1850).
Los seguidores de Jesús son conocidos como «cristianos» porque creen y confiesan que Jesús es el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento,[4] por lo cual le llamaban «Jesús Cristo», que quiere decir «Jesús, el Mesías» (en hebreo: «Yeshua Ha'Mashiaj»), o bien, en su uso recíproco: «Cristo Jesús» («El Mesías Jesús»).
El título «Cristo» también se encuentra dentro del nombre personal «Jesucristo»,[5] y se menciona como un sinónimo de Jesús de Nazaret en la fe cristiana, que lo considera salvador y redentor de los hombres, el «Verbo» (o Palabra) de Dios encarnado[6] y «el Hijo unigénito de Dios».[7]
Las principales creencias cristianas acerca de Jesucristo incluyen su consideración como el Hijo de Dios, constituido como Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo y que nació de la Virgen María; que fue crucificado, muerto y sepultado durante el mandato de Poncio Pilato; que descendió a los infiernos y posteriormente resucitó de la muerte y subió a los cielos, donde se encuentra junto a Dios Padre y desde donde volverá para el Juicio Final.
La cristología, un área de la teología, se ocupa principalmente de estudiar la naturaleza divina de la persona de Jesucristo, según los evangelios canónicos y los demás escritos del Nuevo Testamento.