DOY CORONITAAAAA Y MUCHOS PUNTOS
Que funcion cumple el interes personal en el desarrollo de la economia ?
Respuestas
Respuesta:
El interés personal constituye un aspecto de todo bien y obra con igual intensidad en todas las esferas de la vida: el hombre se halla interesado en el cumplimiento del fin económico, pero no lo está menos en atender a su fin religioso o científico, por ejemplo, y así lo reconoce el lenguaje común cuando afirma la existencia de intereses religiosos, morales, políticos, etcétera.
El propio interés es un dato, pero uno solo, de los que deben ser consultados para nuestras determinaciones. Se llama interesado en tono de menosprecio al que exagera la importancia de ese móvil, y precisamente aquellos actos que, fundándose en el sacrificio de la conveniencia individual, dan lugar a la abnegación y el heroísmo, son los que tienen más valor moral y alcanzan mayor estima. Abandonado a sí mismo y elevado a criterio de conducta, el interés personal degenera en egoísmo, que es la negación del bien ajeno.
En el mundo económico, regido por las mismas leyes morales que sirven para los otros órdenes de la vida, el interés no puede tener una consideración distinta de la apuntada. Decir que la ciencia económica descansa en el principio del interés personal y que su misión se reduce a desenvolverle hasta sus últimas consecuencias equivale a entablar su divorcio con la moral, porque ya no se conciben ni explican dentro de ella la donación, la limosna, el mutuo auxilio, tan necesarios en la relación económica como en todas las demás que median entre los hombres. Por otra parte, si se considera únicamente el interés personal, parece que el fenómeno económico se verifica y concluye en el individuo aislado, siendo así que junto al interés individual hay otros no menos atendibles: el de la familia, de la Nación, de la Humanidad, el de todas las asociaciones y colectividades en suma, ya sean naturales o voluntarias. Además el interés, mirado individualmente, conduce a la oposición y a la anarquía, como lo prueba el hecho de que los más entusiastas defensores de la armonía de los intereses concluyen por establecer que es condición precisa de todo progreso económico la competencia, es decir, la lucha, sin tregua ni condiciones, del capital y el trabajo, de productores y consumidores. Si la economía fuese la ciencia del interés personal, vendría a ser no más que una especie de táctica o estrategia que deberían aprenderlos combatientes para conseguir la victoria en esa guerra social. Los intereses particulares son diversos, y, como todo lo que es vario, no pueden armonizarse sino bajo un principio superior, que es el del bien absoluto.
Explicación:
esto es lo que yo encontre espero mi corona y estrellas
El interés personal constituye un aspecto de todo bien y obra con igual intensidad en todas las esferas de la vida: el hombre se halla interesado en el cumplimiento del fin económico, pero no lo está menos en atender a su fin religioso o científico, por ejemplo, y así lo reconoce el lenguaje común cuando afirma la existencia de intereses religiosos, morales, políticos, etcétera.
El propio interés es un dato, pero uno solo, de los que deben ser consultados para nuestras determinaciones. Se llama interesado en tono de menosprecio al que exagera la importancia de ese móvil, y precisamente aquellos actos que, fundándose en el sacrificio de la conveniencia individual, dan lugar a la abnegación y el heroísmo, son los que tienen más valor moral y alcanzan mayor estima. Abandonado a sí mismo y elevado a criterio de conducta, el interés personal degenera en egoísmo, que es la negación del bien ajeno.
En el mundo económico, regido por las mismas leyes morales que sirven para los otros órdenes de la vida, el interés no puede tener una consideración distinta de la apuntada. Decir que la ciencia económica descansa en el principio del interés personal y que su misión se reduce a desenvolverle hasta sus últimas consecuencias equivale a entablar su divorcio con la moral, porque ya no se conciben ni explican dentro de ella la donación, la limosna, el mutuo auxilio, tan necesarios en la relación económica como en todas las demás que median entre los hombres. Por otra parte, si se considera únicamente el interés personal, parece que el fenómeno económico se verifica y concluye en el individuo aislado, siendo así que junto al interés individual hay otros no menos atendibles: el de la familia, de la Nación, de la Humanidad, el de todas las asociaciones y colectividades en suma, ya sean naturales o voluntarias. Además el interés, mirado individualmente, conduce a la oposición y a la anarquía, como lo prueba el hecho de que los más entusiastas defensores de la armonía de los intereses concluyen por establecer que es condición precisa de todo progreso económico la competencia, es decir, la lucha, sin tregua ni condiciones, del capital y el trabajo, de productores y consumidores. Si la economía fuese la ciencia del interés personal, vendría a ser no más que una especie de táctica o estrategia que deberían aprenderlos combatientes para conseguir la victoria en esa guerra social.