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Es el "Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos, principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con la intención de transmitir determinado mensaje.
En este trabajo abordaremos la oratoria, la importancia de la misma, donde se inicia y evoluciona en el tiempo, tipos y características, fines de la oratoria, las cualidades del orador, y nombraremos algunos de ellos.
La oratoriaLa oratoria es el conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos con claridad, desenvoltura y sin desconfianzas ante un público, con la propósito de narrar un determinado mensaje.
Según la Real Academia Española: la oratoria es el Habilidad de hablar con elocuencia, de deleitar, convencer y conmover por medio de la palabra.
Se llama oratoria al arte de hablar con elocuencia. La oratoria también es un género literario formado por el discurso, la disertación, el sermón, el panegírico, entre otras varias.
Este segundo sentido más amplio se aplica a todos los procesos literarios que están planteados con la intención persuasiva, tales como la conferencia, la charla o las exposiciones. Esta finalidad de persuadir al receptor es la que diferencia la oratoria de otros procesos comunicativos orales. Asimismo la finalidad de la didáctica es enseñar y la de la poética deleitar, lo que procura la oratoria es convencer de algo. La persuasión consiste en que con las razones que uno expresa oralmente se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa. Ahora bien, no es su única finalidad. La intención de la oratoria pública puede marchar desde transmitir información a motivar a la gente para que actúe, o sencillamente relatar una historia. Los buenos oradores deberían ser capaces de modificar las emociones de sus espectadores y no sólo informarlos.
La oratoria puede ser una eficaz herramienta que se utiliza para propósitos tales como la información, persuasión, motivación, influencia, traducción o simple entretenimiento.
La Oratoria, es uno de los elementos básicos en la unión de criterios, y la comprensión y el estímulo de multitudes.
Su intrínseca facultad de la oratoria, está inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una de las metas de las personas que buscan un bienestar.
Al decir bienestar, no deseamos que se entienda como un bienestar propio y egoísta, por el contrario ha de entenderse, como la búsqueda de un real bienestar colectivo y mancomunado, velando los intereses de los valores trascendentes de una sociedad y no simplemente aquellos que constituyen valores suntuosos y superfluos, de bienes materiales.
La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, se beneficiará de grandes satisfacciones para su realización.
La vida tendrá un nuevo sentido si lo conjuga con lo excelso de la existencia.
Es así, que en la edad contemporánea, se ha dado mayor soltura al aprendizaje de la oratoria, ya se nos es común apreciar, hoy en día, las infinitas invitaciones a cursos de enseñanza mediante folletos, impulsados por grupos culturales.
Este factor de soltura, y de nuevas opciones, otorgan mayor desarrollo al mismo.
Han quedado olvidadas y en buenas horas, aquellas costumbres de las épocas pasadas, que era requisito fundamental dominar los gestos pintorescos, la modulación esterilizada, las posiciones acomodadas, las miradas precisas, etc.
Mucho antes de que Albert Rivera se hiciera famoso, el periodista y profesor de oratoria Paco Grau ya ponía como ejemplo de buen comunicador al presidente de Ciudadanos. "Pablo Iglesias también lo es aunque, bajo mi punto de vista, parece que siempre está cabreado". Sin entrar en ideologías, este profesional que en sus 22 años de carrera ha formado a unos 8.000 oradores de toda edad y condición -recuerda hasta a un alumno jubilado- asegura que estos dos políticos emergentes son la excepción de una regla en la que incluye a Mariano Rajoy. "Comunicando es justito, tiene muchos problemas". Como el presidente del Gobierno, la mayoría de los españoles tiene pánico a hablar en público, cuenta Grau, "tiemblan, lo pasan mal y, si pueden, lo evitan". Y lo peor es que "no son conscientes de hasta qué punto ellos y sus empresas pierden oportunidades por no comunicar con eficacia".Político, abogado, comercial, emprendedor... Sea cual sea su profesión, continuamente tiene que vender un mensaje. Persuadir a un votante, a un tribunal o a un cliente. "Si no transmite que usted mismo está convencido de ello, ¿cómo va a conseguir que el resto sí lo esté?". Para Grau, un perfecto orador es Barack Obama. "Sonará a tópico pero es un hacha en carisma. Sabe contar historias plagadas de anécdotas con las que la audiencia se identifica, yo a estos ejemplos los llamo lubricantes del discurso. Además, utiliza muy bien la gestualidad, se pone la mano en el corazón". Respecto a Trump, "es efectivo porque resulta natural, seguro de sí mismo". También alaba a Malala, la joven paquistaní que fue Premio Nobel de la Paz con sólo 17 años. «Siempre pongo su discurso frente a la ONU en mis clases porque sabe interpretar las palabras, aun teniendo un apoyo escrito delante no pierde contacto visual con el auditorio".