Respuestas
Respuesta:
Sabían que en invierno tendrían que salir por agua. Hasta entonces habían sobrevivido gracias a un goteo que se filtraba entre las grietas del túnel principal. A medida que aumentaba el frío en el subterráneo, el goteo había menguado hasta sugerir el nacimiento de una estalactita. Y fue precisamente esa imagen lo que encendió la hostilidad una tarde en que los cuatro se habían reunido frente a la clepsidra agonizante. “Nos quedaremos aquí hasta convertirnos en hielo”, sentenció Maida. Los demás mantuvieron la vista en el manchón de humedad.
De pronto se desprendió del techo un goterón que había tomado horas en crecer. También Maida lo vio desintegrarse sobre uno de los rieles; también ella anticipó la sequedad de sus gargantas mientras el eco de la gota iba a refugiarse en la oscuridad del túnel, donde sólo el mayido de los gatos sabría responder al estertor del agua. La luz trastabilló en la lámpara de gasolina, Íñigo se inclinó para bombearla. Convencida de que su comentario no pasaría a mayores, Maida aflojó los hombros y suspiró.
Explicación:
espero te sirva