Analicemos las características de un debate, lee el Anexo número 2 y elabora un mapa conceptual donde destaques las características principales del debate, así como sus significados.
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Las características de un debate
Enumeremos brevemente cuáles son las características de un debate. Pero, antes de empezar, sepamos, en primer lugar, que podemos diferenciar entre dos tipologías principales.
Debate formal
Tiene una estructura lógica y previamente pactada en la que cada orador posee una serie de turnos de palabra. También puede hacerse con público, por lo que la audiencia tendrá su momento para opinar y preguntar. Incluye un moderador que se asegura de que todo marche bien.
Debate informal
En este caso hablamos de un debate que surge de forma espontánea, por lo que no cuenta con una estructura previamente pactada, tampoco incluye acuerdos y puede no ser armonioso. No obstante, es genuino, aporta mayor emoción a los temas a tratar y se puede producir en cualquier parte, desde el aula hasta el seno de una familia.
Las características
Respecto a las características del debate, destacan las siguientes:
1. Fase informativa. El orador dispone de una fase en la que informa de su punto de vista, añadiendo hechos y evidencias que aporta para potenciar su visión del asunto.
2. Fase argumentativa. También existe una fase argumentativa durante la cual cada debatiente razona sus puntos de vista en contraposición a los del resto de contertulios o participantes.
3. Uso del tono persuasivo. Es obvio que los asistentes al debate utilicen un tono persuasivo para tratar de convencer a la audiencia. Por ello usan diversas técnicas comunicativas como la simpatía, la emotividad, la lógica o la empatía.
Los elementos
El debate se compone de diversos elementos que no pueden faltar para que sea considerado como tal. Destacan los siguientes:
Planificación y exposición del tema a debatir, el asunto o la hipótesis.
Organización de equipos. Es decir, oradores, representantes, grupos, contertulios, moderador, etc.
Determinación de las estructuras para organizar turnos de palabra, orden de participación, ruegos y preguntas, etc.
Iniciación del debate que, por lo general, es labor del mediador.
Ejecución del debate en sí, siendo el moderador quien otorga los turnos de palabra.
Conclusión del debate cuando las partes o el moderador así lo estimen.
Estos son los componentes, elementos y características de un debate, sin las cuales no podemos considerar que se da la situación de confrontación de ideas e hipótesis necesarias.