AYUDENME POR FAVOR •crea dos ejemplos de falta de salud teniendo en cuenta la definición de la OMS
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Respuesta:
La definición de salud de la OMS tiene tanto sus ventajas prácticas
como sus respectivas críticas. Entre sus críticas, Navarro (1998) acotó que la
misma tiene un problema epistemológico importante, pues da por sentado
que hay un consenso universal sobre lo que significan los términos clave de
la definición, esto es, salud y bienestar, por lo que se trata de una definición
ahistórica y apolítica. Con esto la OMS en cierta medida se estaría librando
de la responsabilidad de clarificar quién decide lo que es bienestar y salud,
soslayando la controversia política que dichas definiciones acarrean, al
mismo tiempo que deja entrever que la salud es un concepto científico “que
se aplica a todos los grupos sociales y a todos los períodos históricos por
igual” (Navarro, 1998, p. 49).
Está claro que la perspectiva teórico-metodológica a través de la cual
Navarro hace sus apreciaciones es la marxista, pues de manera evidente
privilegia a las clases sociales como categoría de análisis sociológico e
histórico. Pero, llama la atención el comentario con respecto a la supuesta
cientificidad de la definición de salud de la OMS, pues como es bien sabi-
do, la ciencia siempre ha pretendido tener una legitimidad basada en una
suerte de objetividad a la hora de aproximarse al estudio de la realidad y
crear el conocimiento.
Esta posición era y sigue siendo la practicada por los positivistas,
quienes están convencidos de que encontrarán las leyes invariables de la
sociedad. Pero lo cierto es que la definición de salud está impregnada de un
fuerte componente cultural, que en las épocas de globalidad es multiculturaral, lo que no le permite escapar de las presiones de los intereses políticos
y económicos de cualquier época y lugar determinados. Por lo tanto, es
obvio que en este caso la definición de salud puede, por lo amplio de su
extensión, ser utilizada de manera subjetiva para legitimar los intereses de
cualquier grupo de presión, partido político, clase dirigente, movimiento
social, régimen político, actor económico y las ONG como Médicos sin
Fronteras. A fin de cuentas, la ciencia como producto cultural hace imposible
la separación del investigador de su ideología, impidiendo el mito de una
ciencia libre de valores.
De manera tal que, según San Martín y Pastor (1989), hablar de com-
pleto bienestar es subjetivo y funcional, dificultándose “su medición y la
producción de indicadores económico-sociales adecuados para su repre-
sentación” (p. 42).
Adicionalmente, la idea de “completo bienestar” introduce la noción
de normalidad en la salud (Briceño-León, 2000. p. 16). En medicina se suele
utilizar el adjetivo normal como sinónimo de salud. Lo normal es lo que
acostumbra suceder en forma común y corriente. De manera tal que lo nor-
mal sería el promedio o estándar de una situación determinada. Entonces
se tiene una definición estadística de salud que “no se ajusta a la realidad
biológico-ecológica y social porque el hombre y su ambiente están sometidos
constantemente a la ‘variación’ que no admite modelos fijos” (San Martín
y Pastor, 1989, p. 41).
Sin embargo, esta definición estadística de normalidad plantea un
gran inconveniente en los casos en que las personas promedio se comporten
de manera reprochable, tal y como ocurrió en la Alemania nazi durante la
Segunda Guerra Mundial o en la guerra de Bosnia-Herzegovina, donde las
prácticas inhumanas y genocidas fueron consideradas como normales.
Fue así como durante el régimen nazi, “en nombre de la ciencia, millo-
nes de seres humanos indefensos fueron violados, enceguecidos, congelados
y torturados hasta la muerte en los campos de concentración tristemente
célebres de Chelmo, Belzec, Treblinka y Auschwitz” (Urdaneta-Carruyo,
2005, p. 81).
De cualquier modo, entre los seres humanos a los que se les califica
como normales se presentan variaciones biológicas y sociales que generan
situaciones diversas, en forma tal que lo que es considerado normal en un
lugar puede ser anormal en otro. Por lo tanto, la salud también es un con-
cepto relativo, tanto en la dimensión espacial como temporal, variando de cultura