Este fenómeno es esencial para la vida y la regulación del clima en nuestro planeta, gracias al cual se mantienen los niveles de temperatura apropiados para la vida. La atmósfera, una fina capa gaseosa que envuelve a la Tierra, permite que penetre una parte de la radiación
emitida por el Sol y caliente el planeta.
Para ello, esta capa contiene ciertos gases (principalmente dióxido de carbono, CO2) que absorben una parte de esta energía recibida, manteniendo la temperatura en el planeta. La Tierra recibe energía solar en forma de luz visible. Aproximadamente una tercera parte de esta energía se refleja por las superficies blancas como la nieve y las nubes; las otras dos terceras partes son absorbidas por la superficie terrestre y los océanos. Una vez que la energía solar ha calentado la superficie, esta lo vuelve a emitir ahora en forma de radiación infrarroja hacia el espacio. En este último proceso, los gases de efecto invernadero "atrapan" parte de la radiación infrarroja antes de que escape y devuelven el calor hacia la superficie. Debido al equilibrio térmico el planeta pierde la misma cantidad de energía que absorbe, pero gracias al efecto invernadero se mantiene a una temperatura promedio con la cual los procesos vitales son posibles. En ausencia de este



efecto, la Tierra tendría una temperatura de -18 °C. Estos gases con capacidad de absorción del calor se denominan gases de efecto
invernadero (GEI). Si estos aumentan en cantidad, su capacidad para retener la radiación solar se incrementa, con el consecuente aumento de la temperatura media del planeta. Este incremento de los GEI presentes en la atmósfera supone la causa más importante del calentamiento global, del que deriva el cambio climático en el que nos encontramos.

Los gases de efecto invernadero que se van acumulando en la atmósfera, procedentes, principalmente, de la industria, los transportes y nuestro consumo energético. Los principales GEI son seis: dióxido de carbono (CO2, el más abundante), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

En 2009, el físico de la Universidad de Harvard Alexander Wissner-Gross publicó un estudio en el que establecía que cada segundo que pasamos en una página de internet genera un promedio de 0,02 gramos de CO2. Pero, ¿qué hay de otras acciones cotidianas?

















Luego de la lectura, nos preguntamos:
¿Cómo se relaciona el efecto invernadero con el calentamiento global?

¿Qué acciones podríamos cambiar desde casa para reducir el incremento de los gases de efecto invernadero y el calentamiento global?


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Respuestas

Respuesta dada por: amyuwu16
0

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Respuesta dada por: gamer32063
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espera acabo clase

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