¿Cómo se relaciona este artículo con los objetivos de Perón: independencia económica y soberanía política?
Respuestas
Respuesta:La independencia económica se entendió como un encierro del país dentro de sus fronteras, un repudio al capital, un rechazo al comercio exterior, al punto de que la ex presidente Cristina Kirchner dijo en una ocasión que el día más feliz para ella sería el día "en que no se importase ni un clavo". Esta doctrina económica, si cabe llamarla tal, fue instrumentada por una filosofía inflacionista como fórmula sagrada para lograr esa independencia económica, y lo que se obtuvo fue un país tremendamente dependiente en lo económico, lo financiero y lo tecnológico, siempre envuelto en crisis reiteradas de insolvencia, lo que puso a Argentina en manos de los acreedores.
Por justicia social, la dirigencia política y sindical del peronismo, seguida por otras corrientes políticas, entendió el impulso de todo tipo de leyes que supuestamente iban a favorecer a los trabajadores pero que, en los hechos, produjeron como resultado que hoy más del 40% del empleo sea en negro, que escaseen las oportunidades de trabajo de calidad, y que la pobreza, la marginalidad y la indigencia estén a la orden del día, con una empeorada distribución del ingreso nacional. La justicia social ha desaparecido de Argentina, lo que impera es una vasta injusticia social.
Explicación: Cuando se habla de renovación parece que solamente el peronismo tiene la obligación de cumplir esa tarea, lo que es totalmente falso, ya que también los demás partidos políticos siguen manejando ideas fracasadas. Incluso Cambiemos, que pretende ser una fuerza modernizadora, pero que en los hechos sigue las mismas ideas fracasadas que adoran el mundo financiero y bursátil.
La Justicia tiene que renovar sus ideas y sus prácticas, las provincias siempre manejadas por señores feudales, el Congreso, los sindicatos, el mundo empresario que es patético por su falta total de originalidad de pensamiento, siempre atentos a depredar al Estado; la educación en manos de los sindicatos y no de los educadores, así como el estamento militar; todo ellos tendrán que modernizar su pensamiento. Si se quiere que la trilogía de soberanía, independencia y justicia sea una realidad y no una burla, entonces todos los dirigentes tendrían que hacer el esfuerzo de superar las ideas que han llevado a Argentina a vivir una larga decadencia como nación.