Respuestas
Respuesta:
MITO GUÁMBIANOS
Primero estaba la tierra y eran las lagunas grandes, la mayor parte de todas las lagunas
se llamaba Nupisu, Piendamo, y se encontraba en el centro de la sabana del páramo,
como una Matriz, como un corazón; era Napirripu, que es un hueco muy profundo, el agua
es vida, primero era el agua y la tierra, el agua no es buena ni es mala, de ella resultan
cosas buenas y cosas malas, allá en las alturas era el agua, lluvia intensamente, con
aguaceros y tempestades, los ríos venían grandes, con inmensos derrumbes que
arrastraban las montañas y traían piedras como casas. Venían grandes creciente e
inundaciones, esta era el agua mala
En este tiempo, estas profundas quaicadas (abertura entre dos montañas) y estas peñas
no eran así; todo era pura montaña, pero esos ríos a hicieron cuando corrieron hasta
formar el mar, el agua es vida nacen en las cabeceras y baja en los ríos hasta el mar y se
devuelve, pero no por los mismos ríos si no por el aire, por las nubes, sube por las
guaicadas y, por los filos de las montañas, alcanza hasta el páramo, hasta la sabanas y
cae otra vez como la lluvia, cae el agua que es buena y es mala. Allá arriba, como la tierra
y el agua, estaba él – allá, el pishimisak y el kallim.
El mismo pishimisak, a la vez masculino y femenino que también ha existido desde
siempre, todo blanco, todo bueno, todo fresco, del agua nació el kosrompoto, el arcoíris
que iluminaba todo con su luz; allí brillaba y el pishimisak lo veía alumbrar. Dieron muchos
frutos, dieron mucha vida, el agua estaba arriba en el páramo y abajo. Donde no había el
agua se secaban las plantas, se caían las flores, morían loa animales. Cuando bajo el
agua todo creció y floreció, retoño toda la hierba y hubo alimento aquí abajo. Era el agua
buena.
Antes en las sabanas del páramo, el pishimisak tenía todas las comida, todos los
alimentos, el – ella era el dueño de todo, ya estaba allí cuando se produjeron los
derrumbes que arrastraron las gigantescas piedras y formaron las guaicadas, pero hubo
otros derrumbes. A veces el agua no nacía en las lagunas para correr hacía el mar, si no
que se filtraba en la tierra, la removía, la aflojaba y entonces caían los derrumbes, esto se
desprendieron desde mucho siglo delante, dejando grandes heridas en las montañas. De
ello salieron los humanos que eran la raíz de los nativo, al derrumbe le decían pirran uno,
es decir, parir el agua.
A los humanos que allí nacieron los nombraron los Pishua. Los pishua vinieron en los
derrumbes, llegaron en las crecientes de los ríos. Venían arrastrándose y golpeando las
grandes piedras por debajo del agua, y encima de ella venia el barro, la tierra. Luego el
agua sucia; en la superficie venia la palizada, las ramas, las hojas, los árboles arrancados
y, encima de todo venían los niños chumbados. Los primeros humanos nacieron del agua,
venidos en los shua, en los restos de vegetación que arrastra la creciente, son nativos de
aquí de siglos y siglos.
En donde salía el derrumbe en la gran herida de la tierra, quedaba olor a sangre, es la
sangre regad por la naturaleza, así como una mujer riega la sangre al dar a luz a un niño.
Los pishua no eran otra gentes, eran los mismos guámbianos, gigantes muy sabios que
comían salde aquí de nuestro propio salado, y no eran bautizados. Ellos ocuparon todo
nuestro territorio, ellos construyeron todo nuestro Napirau, antes de llegar los españoles.
Era grande nuestra tierra y muy rica. En ella teníamos mina de minerales muy valiosas
como el oro que se encontraba en Chisquio, en San José y en corrales, también recursos
que sabíamos utilizar con nuestro trabajo para vivir bien.
Explicación: ES UN MITO MUY LARGO PONGASE A COPIAR
Respuesta:
El quinto Sol
Terminada la era del cuarto Sol, con el gran diluvio que transformó a todos los humanos en peces, los dioses se reunieron para decidir quién de ellos se sacrificaría transformándose en el nuevo Sol y así permitir de nuevo la vida en la Tierra.
El ritual de la creación del Sol requería que uno de los dioses se arrojara en la hoguera del sacrificio que ellos mismos estaban preparando, pero fueron dos los que fueron escogidos y ambos aceptaron: ellos eran el rico Tucuciztécatl y el pobre Nanahuatzin. Las ofrendas del rico eran grandiosas y las del pobre lucían paupérrimas, pero una vez lista la hoguera el rico, cuatro veces intentó arrojarse al sacrificio sin tener la suficiente valentía para lograrlo, mientras que el pobre lo logró en su primer intento, transformándose así en el quinto Sol; siguiendo este ejemplo también el rico se arrojó en la hoguera transformándose en la Luna, que desde entonces reina en nuestras noches.
(Cultura Nahua-México)
Explicación:
aqui un corta