5. Lee el texto. En primer lugar me doy cuenta de algo que es reconocido por el bueno y por el malo: que es necesario razonar en todo, porque el hombre no es solamente un animal, sino un animal racional; que, en consecuencia, siempre hay medios de descubrir la verdad, que quien renuncia a buscarla, renuncia a sus calidad humana y debe ser tratado por el resto de su especie como una bestia feroz; y que una vez descubierta la verdad, cualquiera que renuncie a aceptarla o es un insensato o es moralmente malvado. Diderot, D. (1751-1772). “Derecho natural”. En: La Enciclopedia. A partir del texto, ¿qué relación puede establecerse entre el humanismo y la Ilustración?
A. No hubo coincidencias entre el pensamiento ilustrado y el humanismo.
B. Se oponían, pues los pensadores ilustrados negaron el uso de la razón.
C. Ambos se apoyaron en la razón como medio para acceder a la verdad.
D. Fueron movimientos intelectuales y culturales contemporáneos.
Respuestas
Respuesta:
La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto con las armas, que puso fin al dominio español en la mayor parte de los territorios de Nueva España. La pérdida de esta posesión tuvo una importancia decisiva para la monarquía ya que los ingresos mexicanos representaban el noventa por cien del total de los caudales americanos al final del periodo colonial. La guerra por la independencia mexicana inició el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.
Para otros usos de este término, véase Independencia de México (desambiguación).
Datos rápidos: Guerra de Independencia de la Nueva España, Fecha ...
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones entre la España peninsular y el resto del imperio. Los cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.
La ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte. Como respuesta, el ayuntamiento de México —con apoyo del virrey José de Iturrigaray— reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a los cabecillas del movimiento.