Respuestas
Tenemos derechos, precisamente porque tenemos obligaciones.
la superficialidad de muchos de los planteamientos que actualmente se hacen sobre los derechos humanos es hablar de ellos según los parámetros de «lo políticamente correcto» y el uso de palabras vacías de contenido. Superficialidad que debe ser tanto más combatida cuanto que es ocasión para la manipulación de la Sociedad por parte de quienes apoyan el (des)orden establecido. Así, los derechos (a la educación, a la libertad de expresión, a la asociación,…) no son SÓLO derechos. Si lo fueran podría renunciarse a ellos. Quizá se vea más claro tomando como ejemplo el «derecho a la educación básica»: si fuera sólo un derecho no podría ser «obligatoria» pues a los derechos se puede renunciar. Es decir, los derechos, en cierto modo, también son una obligación o conllevan una obligación y a las obligaciones no se puede renunciar. Por eso, siguiendo con el mismo ejemplo, podemos decir que la educación es obligatoria; porque, además de un derecho, es un deber (parece una perogrullada, pero hasta aclarar cosas como esas parece que hay que llegar). No hay, por tanto, derechos sin obligaciones ni viceversa sino que la razón de ser de los derechos es cumplir con las obligaciones. Por ejemplo: tenemos la obligación de participar en la organización política y por eso tenemos el derecho a la libertad de asociación, o de expresión; tenemos derecho a la educación porque tenemos la obligación de contribuir al progreso de la Humanidad,… y así podríamos repasar todos los derechos humanos y veríamos que cada uno de ellos es una cara de una moneda mientras que la otra es la obligación correspondiente.
Conclusion:
Los derechos hacen referencia a nuestras limitaciones y necesidades (que deben ser satisfechas) y nuestras obligaciones hacen referencia a nuestros recursos y posibilidades trasformadoras (que deben ser ejercidas). Así, derechos y obligaciones son las dos caras de una misma moneda y no pueden existir los unos sin las otras. Quien anima en la reivindicación de derechos sin, al mismo tiempo, hablarnos de obligaciones es porque quiere arrebatarnos nuestras posibilidades de transformación o impedir que seamos conscientes de ellas, pretendiendo que seamos titulares meramente nominales de unos derechos con la condición de que no hagamos uso de ellos para la transformación de este mundo salvaje en otro más humano, o hacernos personas dependientes de los intereses de los poderosos en la medida en que dejamos que gobernante de turno defina a qué sí o a qué no tienen derecho unas u otras personas.
Espero que les sirva <3
Respuesta: