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Respuesta:
En el pie del árbol hay mucha roca ígnea y la venada hacía sonar allí sus cascos, daba resoplidos y miraba al pobre cazador, que temblaba de miedo; gracias que pudo agarrarse a una rama con la correa de barriga; de no hacer esto, cae desplomado sobre el diabólico animal.
Cuando se le calmaron los nervios, que yo creo que nunca se le calmaron, le disparó todos los cartuchos que llevaba, y la venada, fuera de quedar ilesa, lo miraba con unos ojos bamboleantes que estremecían al pobre Pompo, sin dejar de dar resoplidos y casi sacando chispas de los pedernales con los cascos. Dos horas mortales pasó atado a aquella rama el héroe de esa verídica historia, pues la venada careta después de permanecer largo rato al pie del árbol se alejó muy despacio, y viendo siempre hacia atrás.
Cuentan que esa tarde Pompilio no comió ni habló con nadie; otro día se fue para el pueblo, de donde regresó con un escapulario y camándula al cuello, porque según él, la tal venada careta no era más que el mismísimo demonio.
Espero les sirba :)