Respuestas
Las familias que tienen objetivos comunes funcionan como un equipo. Es importante que cada miembro sea responsable del buen funcionamiento de la unidad familiar.
Convierte el propósito de la familia en hábito. Para poder alcanzar y mantener un objetivo no basta con hacer el esfuerzo una o dos veces. Hay que realizarlo las veces suficientes para que se convierta en hábito. Dicen que repitiendo una acción a diario durante 21 días, se convierte en costumbre. Pruébalo.
Es vital saber por qué queremos conseguir algo. Si el motivo es suficientemente apremiante, tendremos muchas más probabilidades de conseguirlo que si es por capricho.
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Sé realista y no pongas metas imposibles para la familia. Tampoco pienses que serán más feliz cuando consigan el objetivo. Quizá se sientan más realizados como familia, pero eso no significa que todos los problemas familiares terminarán cuando alcancen algún propósito
Visualiza el objetivo ya cumplido. El poder de la visualización es grande. Incluso los atletas de élite utilizan este método para batir récords.
Explica a tus hijos que no se trata sólo de alcanzar un objetivo. Si no de disfrutar de cada paso del proceso hacia su consecución.
Prémialos y prémiate cuando alcancen las metas trazadas. Es importante dar y recibir reconocimiento cuando un miembro de la familia consigue algo que se había propuesto. Así funcionan los equipos. Como mamá, considérate coach o entrenadora de la familia.
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Apunta los logros cumplidos. Es un testimonio de los retos que la familia tuvo que enfrentar, y de cómo los resolvieron. Es una gran herramienta de superación personal.
Al final del año o del curso escolar, haz un balance. Piensa que pudieron haber hecho mejor y cómo pueden mejorar las probabilidades de conseguir un mejor resultado la próxima vez.
espero que te ayude