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Respuesta:
Erisicton era un malvado y despiadado hombre, que no sentía ningún respeto por los dioses hasta tal punto que cometió la osadía de destruir una hermosa encina consagrada a la diosa Ceres (Démeter). En este execrable acto no solo desafió a la diosa, sino que mató a la hamadríade o ninfa que vivía dentro del árbol y a uno de sus esclavos por oponerse a lo que estaba haciendo. Como era de esperar, la venganza por parte de la diosa llegó pronto: Ceres decidió un castigo lento y terrible, y para ello le dijo a la personificación del Hambre que le provocara una ganas terribles de comer de tal manera que le condujera finalmente a su destrucción. Y así fue, Erisicton pagó su crueldad comiéndose a sí mismo cuando ya no tenía nada más que comer y pagó de esta manera todo el mal que había hecho.