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Respuesta:
a que no seamos groseros no pelar y siempre tenerlo en tu corazón no lo dejes de lado
Explicación:
espero que te sirva de mucho
Respuesta:
El señor Jesús nos invita a confiar en Él, a confiar en su Padre que lo ha enviado, y lo ha enviado como el verdadero Pan del Cielo que ha venido a traer la vida al mundo, que venido a reconciliar a la humanidad entera, que ha venido a invitarnos a superar la mirada miope de aquel que solamente se preocupa por el "pan material", que solamente busca a Cristo "por los milagros que hace", para comprender que nuestra vida no termina acá, que nuestra vida tan pasajera en este mundo se proyecta a la eternidad con Dios, que la vida presente no es sino como un peregrinar por el desierto hasta que alcancemos -si creemos en Él y hacemos lo que Él nos pide- la tierra prometida, y que en ese caminar por el desierto, contamos con este Pan que es el Cristo mismo, con este Pan que es garantía de eternidad, con este Pan que nos nutre y fortalece con la gracia divina para poder sobrellevar los momentos más duros y difíciles de la existencia, con la esperanza de que quien permanece fiel al Señor y se sostiene en Él, podrá estar con Dios y con quienes son de Dios en aquel lugar en el que ya no habrá nunca más ni llanto, ni dolor, ni luto, ni muerte.
Quienes creemos en Dios y creemos en el Señor Jesús, hemos de estar convencidos que el maná del desierto prefiguraba "el verdadero Pan del Cielo", que es Cristo en la Eucaristía".
En la Eucaristía se realiza aquello que el Señor reveló y prometió solemnemente: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo". ¿Podrá haber un mayor signo del amor de Dios para con nosotros que este "Pan bajado del cielo" que se nos da como comida mientras avanzamos al encuentro pleno con Él? Éste es el verdadero Pan del Cielo que al ser partido en el Altar de la Cruz se multiplica con tanta abundancia que día a día alimenta en su peregrinar a la inmensa multitud de miembros del Pueblo de Dios. Ante un amor tan insólito, cómo no exclamar también nosotros con profunda admiración y sobrecogimiento: "¿Qué es esto?" (En hebreo "man-hu", de donde procede la palabra "maná") ¿Puede haber un amor más grande que el de Dios nuestro Padre, quien luego de entregarnos a su Hijo amado en el Altar de la Cruz, nos lo sigue entregando en el Banquete de la Eucaristía como alimento de vida eterna?
La Iglesia nos llama e invita a nutrirnos continuamente de este admirable Sacramento, Cristo mismo que nos acompaña, Cristo mismo que en su Cuerpo y Sangre se nos da como alimento para que con la fuerza que Él nos da podamos caminar, luchar cada día con paciencia, con esperanza, perseverando en nuestra fe y haciéndola vida de modo que vivamos una vida conforme a la verdad que Jesús nos ha enseñado.
Explicación:
perdón creo q fue mucho xd espero encuentres entre todo esto lo que te sirva boniss creo q la primera parte