• Asignatura: Historia
  • Autor: luc01
  • hace 4 años

Junto al desarrollo del tema vamos a realizar una actividad para desarrollar la empatía, ponernos en
la piel de un soldado que escribe una carta a sus familiares (padre, madre, esposa, novia, amigos)
durante la Primera Guerra Mundial. La carta debe tener las siguientes características:
Nombre del soldado, país y bando al que pertenece.
Lugar y fecha desde donde escribe la carta (batalla o frente donde está luchando).
El efecto del nuevo armamento (Ten en cuenta en qué fase de la guerra se empieza a usar).
Las condiciones de vida en las trincheras.
Su estado de ánimo y el de sus compañeros: si es sincero, pesimista u optimista, si tiene
miedo a que encuentren algún dato que no debería indicar en la carta....
Sobre con destinatario y dirección imaginaria.
Extensión máxima de una cara de un folio.
Ten en cuenta que la carta tiene más de un siglo. Puedes envejecer el sobre y el folio para
darle un aspecto acorde a su antigüedad.

Porfavorrrrrrrr​


frtrul19: La censura me ha impedido usar un lenguaje más crudo. Es indignante.

Respuestas

Respuesta dada por: frtrul19
3

Respuesta:

El Somme; Martes, 27 de Junio de 1916.

Queridos padres.

Aprovecho una pausa para escribir esta carta, al recibo de la cuál espero os encontréis bien de salud.

Por mi parte, no me quejo. Es cierto que es imposible evitar los piojos, pero al menos en esta época del año ya no hay humedad en las trincheras. Klaus ha mejorado de sus hongos en los pies y Hans está de mejor humor, aunque todos recordamos al pobre Wilhem y al condenado francotirador que se lo llevó.

Ya hemos aprendido a escondernos en los sitios peligrosos y también hemos identificado dónde puede uno sentarse tranquilo a descansar o a comer. Por el momento, no nos falta comida aunque añoro mucho el estofado de cerdo y las salchichas con chucrut que prepara mamá. Nuestro cocinero hace lo que puede, pero...

Por otra parte, estamos orgullosos de nuestras fortificaciones. Creo que hoy nos han salvado la vida cuando los ingleses nos han empezado a bombardear con la artillería. Nos hemos escondido en los refugios que construimos hasta que paró el bombardeo. No nos sucedió nada, aunque dos de los chicos de reemplazo de volvieron locos y tuvimos que detenerlos a la fuerza antes que salieran corriendo al infierno de fuego del exterior. No les culpo: es enloquecedor soportar el ruido de las explosiones y sentir que tiembla la tierra metido en una caja de hormigón que se te antoja el interior de un ataúd, soportando la transpiración de todos... Es mejor no pensar en ello. Y quizás no deba hablar de ello.

De lo que sí puedo hablar es que nuestras ametralladoras les dieron duro a los ingleses cuando intentaron cargar contra nosotros. Imaginad el resultado. Entre esta noche y mañana nos llegará el olor de la descomposición que... No, no voy a continuar. Está guerra... Dios quiera que acabe pronto.

Esas son las novedades. Hasta la próxima carta, se despide de vosotros vuestro hijo que os quiere:

Ferd

Postdata: espero que podáis darme noticias de mi hermano Franz a vuelta de correo. No sé nada de él desde la última carta, hace tres meses.

Explicación:

Dirigida a:

Anton y Adelaide Heiling

56, PrinzStrasse, Siegen

Deutsches Reich

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