• Asignatura: Filosofía
  • Autor: silvanacnco
  • hace 3 años

Guillermo de Ockham se aleja de las posturas filosóficas que consideran que hay una misma esencia para los seres que conforman una misma especie determinada. El error radica por ejemplo, en afirmaciones tales como que la esencia del hombre es la misma para todos los hombres o la de animal común a todos los animales. Asi, un nuevo giro ontologico es mostrar que son inexistentes los conceptos considerados universales y para ello la solución consiste en describir que:

Respuestas

Respuesta dada por: vicente147liguista
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Respuesta:

Espero que sirva

Explicación:

Las epistemologías de Ockham y de Aristóteles son perfectamente diferenciables aún cuando Ockham se apoye en apelaciones aristotélicas con la proclamada pretensión de interpretar oscuras expresiones del Estagirita. Quizá sea por ello que E. Moody ha considerado a Ockham un fiel seguidor del Peripato que tuvo la intención de purificar a Aristóteles de toda traza de platonismo [Moody 1935: 52-3]; consideramos que este segundo aspecto es innegable, pero en cambio es altamente dudosa su primera afirmación [Moser 1932: 49; Larre 2000: 43-51].

En el capítulo primero de la Summa Logicae, Ockham establece las características fundamentales de su reflexión y expresa la centralidad del problema del conocer frente al problema del ser [Summa Logicae, I, 1, (OPH I: 8)]. Junto al signo simple o concepto y al signo compuesto, Ockham contempla la posibilidad de un tercer tipo de “noticias primeras”. Se trata de la ciencia estricta.

El funcionamiento autónomo, formal del intelecto en un silogismo verdaderamente demostrativo da lugar a conocimientos inalcanzables por intuición inmediata, pero asequibles por intuición lógica desarrollada según “cierta forma”. La forma del silogismo radica en el carácter condicional que el silogismo imprime a sus premisas y conclusión. Que la forma silogística permita ampliar el área de noticias primeras sobre la realidad es lo que justifica el gran aprecio de Ockham por el silogismo demostrativo.

Ockham sostiene una doble definición de ciencia que es entendida como «conocimiento cierto y evidente de algo verdadero y necesario que procede de premisas necesarias» [Expositio Physicorum (OPH IV: 6)]; o, desde el esquema de los predicamentos, como «una cualidad existente en el alma como en su sujeto; o bien, un conjunto de tales cualidades que informan el alma» [Expositio Physicorum (OPH IV: 4-5)].

En efecto, cuando conoce, el alma humana se modifica y este cambio no es ni generación ni corrupción, tampoco un aumento o disminución, ni una traslación. Sólo puede tratarse de un cambio cualitativo; y dentro de las cualidades es un hábito puesto que la potencia se modifica y enriquece a través del conocimiento, tornándose hábil y pronta en el ejercicio de nuevos actos cognoscitivos.

Por lo demás, la ciencia en cuanto “conocimiento cierto y evidente de algo verdadero”, se basa siempre en la experiencia.

Ockham considera que puede existir conocimiento científico de cosas contingentes. Desde luego que no admite que una proposición afirmativa y asertórica, relativa a cosas contingentes, y referida al tiempo presente pueda ser una verdad necesaria. Pero puede llegar a serlo en cuanto equivalente a una proposición hipotética concerniente a la posibilidad.

En otras palabras, Ockham considera las proposiciones necesarias que incluyen términos que representan cosas contingentes como equivalentes a proposiciones hipotéticas, en el sentido de que son verdaderas respecto de cada una de las cosas a las que representa el término-sujeto durante el tiempo de la existencia de las mismas. Así, la proposición: “todo x es y” (donde “x” representa determinadas cosas contingentes, e “y” representa la posesión de una propiedad necesaria), se considera como equivalente a: “si hay un x, x es y”, o “si es verdadero decir de algo que es un ‘x’, es verdadero decir que es ‘y’”.

Por lo cual, si bien Ockham admite la definición aristotélica de ciencia como conocimiento de lo universal y necesario, formula asimismo una distinción entre premisas cuya necesidad es determinada por criterios lógicos o por significados derivados de los términos, y aquellas otras cuya evidencia se establece empíricamente y que se llaman necesarias en un sentido condicional o “en el curso común de la naturaleza”.

Ockham cierra todos los caminos «las ideas ni mueven el intelecto divino ni son el intelecto mismo, ni un objeto intermedio entre Dios y algo conocido» [I Sent., dist. 35, q. 5, art. 3 (OTH IV: 494)]. La ejemplaridad de la idea la cumple suficientemente cada creatura, en tanto es ejemplar de sí.


silvanacnco: gracias aunque esta medio largito :)
vicente147liguista: si es lo mas que pude jaj
vicente147liguista: espero que me ayudes en algo
silvanacnco: si gracias
vicente147liguista: Bueno sabes que matemáticas?
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