Respuestas
Respuesta:
Feudalismo:
El sistema feudal o feudalismo fue el modelo imperante durante el medioevo, y consistía en la organización político-territorial de Europa en pequeños reinos llamados feudos (extensiones de tierra concedidos por el rey a los nombres), en los que tenía pleno poder el terrateniente o señor feudal.
El campesinado.
El clero.
La nobleza.
Teocentrismo:
La teocracia o el orden teocrático se llama al sistema político gobernado por la Iglesia y el clero, como lo fue durante buena parte del medioevo: los nobles eran favorecidos o desfavorecidos por el Papa y su autoridad era final, porque era la voz de Dios en la Tierra y no había textos legales o jurisprudencia laica que le contradijera.
Las cruzadas:
Dado que la posesión de la tierra era un factor clave para el crecimiento económico, las invasiones armadas para conquistar más tierras eran moneda corriente.
Entre el siglo XI y el XIII tuvieron lugar nueve guerras santas o cruzadas, como se les conocía, pues los soldados cristianos iban pintados con la cruz a combatir a judíos, paganos y practicantes del islam en Tierra Santa, procurando restablecer el control del Papa sobre los territorios del Oriente Medio.
Cultura:
Durante mucho tiempo se sostuvo que el medioevo había sido pobre en manifestaciones artísticas y literarias, pero hoy en día se sabe que no es tan así.
Simplemente estuvieron todas atravesadas por el fervor religioso propio del primer cristianismo, y luego por la vigilancia celosa de la Inquisición y sus fanáticos.
Fragmentación del poder:
Si bien existían reinos y principados, la defensa descansaba en los nobles y guerreros, de los que la permanencia de las casas reales dependía. Es por eso que la clase de los nobles era casi tan poderosa como los propios monarcas. Por otro lado, el clero era sumamente poderoso.
Cisma de Occidente:
Conocido también como el Cisma de Avignon, fue el resultado de una larga crisis que sufrió la Iglesia Católica Apostólica Romana.
En 1378, una vez muerto el Papa Gregorio XI, los cardenales romanos eligieron como sucesor al italiano Urbano VI, pero un grupo de cardenales disidentes proclamaron a Clemente VII, quien instaló su sede en Aviñón.
El fin del medioevo:
El medioevo llegó a su fin lentamente, a medida que la burguesía jugó cada vez más un rol determinante en la nueva sociedad, en la que el linaje y la nobleza no fueron más importantes que el capital y los negocios.
Así, surgió luego del Renacimiento un mundo moderno que abolió el feudalismo y la teocracia.