Respuestas
Respuesta:
La muerte es algo natural para algunas personas es decir que es el fin del camino por así decirlo pero no hay que temer a la muerte por que es algo natural
Explicación:
Espero que te ayude
Respuesta:RESUMEN
La vida y Dios se establecen como realidades que se condicen no abstracta sino históricamente. Ambas realidades acontecen y así son. Este dinámico condecirse de Dios y la vida no excluye la muerte como realidad que esencialmente atañe al hombre, sino que lo confronta con el sentido de sus radical finitud e inmanencia y, a la vez, cuestiona el significado que se haga de la infinitud y trascendencia de Dios. Ahora bien, la afirmación de fe en el Dios de Jesucristo no parece ser incompatible con afirmar un morir de Dios, sin que, al superar el esquema de una divinidad inmutablemente apática y ajena al destino de muerte que aflige al hombre, más bien resuelve la contradicción entre vida y muerte en tanto postula una identificación de Dios con un hombre muerto, Jesús de Nazareth, a quien proclama resucitado. De este modo da nombre a la unidad de la diferencia de vida y muerte estableciendo la persona de Jesús como concreta clave de desparadojización de la fe cristiana.
ABSTRACT
Life and God are established as realities that fit together not in an abstract way but, rather, historically. Both realities occur and thusly exist. This dynamic harmonization of God and life does not exclude death as a reality that concerns humanity, but instead confronts humanity with the sense of its radical finitude and immanence, and at the same time questions the meaning made of God's infinitude and transcendence. Now, the affirmation that faith in the God of Jesus Christ does not seem incompatible with affirming a death of God, but rather-upon overcoming the plan of an immutable divinity, apathetic and distant from the destiny of death that so afflicts humanity-resolves the contradiction between life and death inasmuch as it posits an identification on God's part with a dead man, Jesus of Nazareth, whom this faith proclaims resurrected. In this way it gives a name to the unity of the difference of life and death, establishing the person of Jesus as the concrete key to the de-paradoxization of Christian faith.
El tema de la vida tiene un significado teológico fundamental. Así lo sintetiza un texto cuya lectura me impresionó al iniciarme en mis estudios teológicos: "Dios, que vive, nos llama a la vida eterna. De un extremo a otro de la Biblia un sentido profundo de la vida en todas sus formas y un sentido muy puro de Dios nos revelan en la vida, que el hombre persigue con una esperanza infatigable, un don sagrado en el que Dios hace brillar su misterio y su generosidad". El artículo Vie del Vocabulaire de théologie biblique proseguía: "EL DIOS VIVIENTE. Invocar `al Dios viviente' (Jos 3, 10, Sal 42, 3…), presentarse como el `servidor del Dios viviente' (Dan 6, 21, 1Re 18, 10.15), jurar `por el Dios viviente' (Jue 8, 19; 1Sa 19, 6…) es no solo proclamar que el Dios de Israel es un Dios poderoso y activo, es también darle uno de los nombres que más estima (Núm 14, 21; Jer 22, 24; cf. Ez 5, 11…), es evocar su extraordinaria vitalidad, su ardor devorador `que no se fatiga ni se cansa' (Is 40, 28), `el rey eterno… ante cuya ira se es impotente' (Jer 10, 10), el `que perdura para siempre …que nos salva y libera, obra signos y maravillas en los cielos y la tierra' (Dan 6, 27s). La estima que la Biblia asigna a este nombre es signo del valor que para ella tiene la vida" (2). La fundamentalidad de la vida como tema de la teología se radicaliza todavía más si recordamos lo que nos enseña un erudito y penetrante especialista del Antiguo Testamento. Claus Westermann, tratando de clarificar cuál es el estatuto epistemológico de la teología veterotestamentaria, introduce al tema en los siguientes términos: "Hablar de Dios es hablar del todo. Una característica del Antiguo Testamento consiste en que su discurso se refiere al todo. Empieza con el principio del mundo y la humanidad en la creación, y anuncia en las Apocalipsis el fin del mundo y de la humanidad. Incluye principio y fin, habla de Dios en la medida que habla del todo" (3). A continuación, Westermann establece una distinción que le permite determinar una dimensión específica de la teología veterotestamentaria: "Del todo es posible hablar de dos maneras fundamentalmente diversas, como lo que es o como lo que acontece; como lo existente o como lo aconteciente. En el Antiguo Testamento el todo es comprendido como lo aconteciente, como lo que acontece desde la creación al fin del mundo. Lo aconteciente predetermina lo existente" (4).
Explicación: