• Asignatura: Castellano
  • Autor: dcanaraguirre
  • hace 4 años

momento del evento proyecto orion

Respuestas

Respuesta dada por: Anime8767
1

Respuesta:

En 1957 un heterogéneo grupo de ingenieros y científicos se reunió en San Diego, California, para trabajar en un proyecto secreto. Su objetivo era diseñar un vehículo espacial que pudiese viajar a cualquier lugar del Sistema Solar en cuestión de días o meses. Eran otros tiempos, cuando se pensaba a lo grande y la Guerra Fría estaba en su apogeo. El proyecto recibiría el nombre de Orión, como la famosa constelación del cazador. De haber tenido éxito, Orión nos habría abierto las puertas del Sistema Solar.

Orión se diferenciaba del resto de cohetes porque no emplearía combustibles químicos convencionales. Se impulsaría mediante armas nucleares que explotarían detrás de la nave, acelerándola hasta alcanzar increíbles velocidades en muy poco tiempo. Sí, has leído bien, armas nucleares. Pero, ¿cómo es posible que una nave utilice explosiones atómicas para moverse? Esto es imposible, puede pensar uno, ¿acaso no resultaría destruida inmediatamente?

Para encontrar la respuesta a estas cuestiones tenemos que viajar hasta Eniwetok, un remoto atolón de las Islas Marshall. En este paradisíaco entorno, los Estados Unidos realizaron entre 1948 y 1958 numerosas pruebas nucleares en superficie. Además de ocasionar un grave daño al medioambiente y a los eniwoketienses, durante estas pruebas se realizaron todo tipo de experimentos. En junio de 1956, durante una prueba apodada “Inca”, un físico llamado Lew Allen tuvo la ocurrencia de suspender a diez metros de altura sobre el artefacto nuclear dos esferas huecas de metal. Las esferas, del tamaño de una sandía, estaban recubiertas por una fina capa de grafito.

La explosión tuvo una potencia de “sólo” 15,2 kilotones (kT) -más o menos equivalente a la bomba atómica de Hiroshima-, más que suficiente para vaporizar los cables de suspensión de las esferas. Uno podría pensar que las esferas metálicas corrieron la misma suerte, pero no fue así. Las encontraron a unos kilómetros de la “zona cero” en perfecto estado. Sólo habían perdido 0,1 milímetros de su capa externa de grafito por efecto de la ablación. Las esferas habían cabalgado a lomos de la onda de choque de la explosión como un surfero sobre una ola. Aún más sorprendente fue comprobar que el interior se encontraba intacto. El concepto de la “nave imposible” había nacido

Explicación:

Preguntas similares